VIERNES 18 - DOMINGO 20/03
BILBAO – ALGECIRAS – TANGER – MARRAKECH – OUARZAZATE
Bi egun luze eta gogor, eskura ditugun garraiobide guztiak erabili ditugu (hegazkina, itsasontzia, trena, autobusa), bizikleta izan ezik, hau da, hona etortzearen "erruduna". Tanger, Marrakech, bi hiri handi hauek Maroko turistizatuenean bat-batean sartzen gaituzte, Ouarzazatera iristeko eta espero dugu herrialde honetaz gozatzen hasteko. Javiren kasuan, duela 10 bat urte ez den Marokora etorri, eta bizikletan lehen aldia; nik gogoan dut duela urtebete pedalei eragin dietela lur hauetan.
Salimos de Termibus a las 21:00, puntuales. Por delante, 17 horas de viaje hasta Algeciras donde, suponemos, nos estarán esperando las bicicletas que Javi facturó hace ya 3 ó 4 días, para andar con tiempo de sobra. A las 12:30 estamos en nuestro destino. El primer susto, en la estación de autobuses, cuando la chica nos informa que la facturación está cerrada hasta el lunes. La facturación es un barracón adosado a la taquilla y ante nuestra cara de perplejidad, decide hacer el esfuerzo, abrirlo y entregarnos las bicicletas.
Ya más tranquilos, nos acercamos al puerto, justo enfrente de la estación de autobuses y comenzamos la búsqueda de billete. Nos dicen que hay desmontar las bicicletas, pero finalmente, entramos por la pasarela de peatones sin problema (hay viajeros que llevan equipajes bastante más voluminosos que nuestras bicicletas).
A las 6 de la tarde de un día gris divisamos la costa marroquí. Descendemos por la rampa de pasajeros y vamos en busca de la estación de tren. Nueva sorpresa, no hay literas ni compartimentos de 1ª, lo que nos obliga a coger dos billetes de 2ª que auguran una noche toledana. En un duermevela, con frío a ratos, vemos somnolientos cómo se dibuja el día.
Las bicis ya nos esperan en el andén de la estación de Marrakech, a la que llegamos hacia las 7 de la mañana, baldados. Podemos al fin desprendernos de las tres grandes bolsas de plástico negro en las que arrastramos nuestro equipaje, sustituyéndolas al fin por las alforjas ¡Qué ganas teníamos ya!
Vamos en busca de la estación de autobuses, sorteando el intenso tráfico. Estamos en ella a las 10 y tenemos que esperar una hora hasta el próximo. Son 55 dh y bicicletas a negociar, nos piden 60dh por cada una, pero al final viajan ambas por 50. El calor es agobiante, andaremos cerca de los 40º. El autobús sale una hora más tarde de lo previsto y durante la espera, toda una legión de vendedores, lisiados y predicadores recorren el pasillo de un extremo al otro con la esperanza de obtener alguna limosna o hacer alguna venta.
Ya en marcha, al chófer demuestra haber estudiado con Carlos Sainz, en especial en el puerto de Tizi-n-Tichka (no lo recordaba tan duro), donde su ayudante, sonriente, va repartiendo bolsas para quien se maree. Sorteando las innumerables curvas y los vendedores de minerales que aparecen en todas las orillas, llegamos al fin a Ouarzazate, hacia las cuatro y media de la tarde. Montamos bicicletas, trastos y pedaleamos hacia la kashbah en busca de alojamiento. Lo encontramos en “Hotel Royal”, muy céntrico, a 72dh la habitación más 10 por la reconfortante ducha.
Toca ahora dar un paseo por el pueblo para, más tarde, cenar en la calle en un pequeño restaurante, unos pinchos morunos, tallín de pollo con ensalada y unas aceitunas aliñadas. El camarero, un joven muy amable, nos dice que cerveza no pueden vender, no tienen licencia, pero sí en un súper que hay justo al otro lado de la calle y si la traemos, él nos la sirve en el interior. Eso hacemos, Javi va en su busca y se encuentra que todos los clientes marroquíes compran cerveza que el cajero envuelve en papel de periódico, al más puro estilo “yanqui”. La única clienta que no compra alcohol, es una extranjera que se lleva unas botellas de agua. Es una situación bastante absurda. Tras la cena, damos un breve paseo para ayudar a la digestión y nos acostamos, que llevamos dos días que parecen una semana.
BILBAO – ALGECIRAS – TANGER – MARRAKECH – OUARZAZATE
Bi egun luze eta gogor, eskura ditugun garraiobide guztiak erabili ditugu (hegazkina, itsasontzia, trena, autobusa), bizikleta izan ezik, hau da, hona etortzearen "erruduna". Tanger, Marrakech, bi hiri handi hauek Maroko turistizatuenean bat-batean sartzen gaituzte, Ouarzazatera iristeko eta espero dugu herrialde honetaz gozatzen hasteko. Javiren kasuan, duela 10 bat urte ez den Marokora etorri, eta bizikletan lehen aldia; nik gogoan dut duela urtebete pedalei eragin dietela lur hauetan.
Salimos de Termibus a las 21:00, puntuales. Por delante, 17 horas de viaje hasta Algeciras donde, suponemos, nos estarán esperando las bicicletas que Javi facturó hace ya 3 ó 4 días, para andar con tiempo de sobra. A las 12:30 estamos en nuestro destino. El primer susto, en la estación de autobuses, cuando la chica nos informa que la facturación está cerrada hasta el lunes. La facturación es un barracón adosado a la taquilla y ante nuestra cara de perplejidad, decide hacer el esfuerzo, abrirlo y entregarnos las bicicletas.
Ya más tranquilos, nos acercamos al puerto, justo enfrente de la estación de autobuses y comenzamos la búsqueda de billete. Nos dicen que hay desmontar las bicicletas, pero finalmente, entramos por la pasarela de peatones sin problema (hay viajeros que llevan equipajes bastante más voluminosos que nuestras bicicletas).
A las 6 de la tarde de un día gris divisamos la costa marroquí. Descendemos por la rampa de pasajeros y vamos en busca de la estación de tren. Nueva sorpresa, no hay literas ni compartimentos de 1ª, lo que nos obliga a coger dos billetes de 2ª que auguran una noche toledana. En un duermevela, con frío a ratos, vemos somnolientos cómo se dibuja el día.
Las bicis ya nos esperan en el andén de la estación de Marrakech, a la que llegamos hacia las 7 de la mañana, baldados. Podemos al fin desprendernos de las tres grandes bolsas de plástico negro en las que arrastramos nuestro equipaje, sustituyéndolas al fin por las alforjas ¡Qué ganas teníamos ya!
Vamos en busca de la estación de autobuses, sorteando el intenso tráfico. Estamos en ella a las 10 y tenemos que esperar una hora hasta el próximo. Son 55 dh y bicicletas a negociar, nos piden 60dh por cada una, pero al final viajan ambas por 50. El calor es agobiante, andaremos cerca de los 40º. El autobús sale una hora más tarde de lo previsto y durante la espera, toda una legión de vendedores, lisiados y predicadores recorren el pasillo de un extremo al otro con la esperanza de obtener alguna limosna o hacer alguna venta.
Ya en marcha, al chófer demuestra haber estudiado con Carlos Sainz, en especial en el puerto de Tizi-n-Tichka (no lo recordaba tan duro), donde su ayudante, sonriente, va repartiendo bolsas para quien se maree. Sorteando las innumerables curvas y los vendedores de minerales que aparecen en todas las orillas, llegamos al fin a Ouarzazate, hacia las cuatro y media de la tarde. Montamos bicicletas, trastos y pedaleamos hacia la kashbah en busca de alojamiento. Lo encontramos en “Hotel Royal”, muy céntrico, a 72dh la habitación más 10 por la reconfortante ducha.
Toca ahora dar un paseo por el pueblo para, más tarde, cenar en la calle en un pequeño restaurante, unos pinchos morunos, tallín de pollo con ensalada y unas aceitunas aliñadas. El camarero, un joven muy amable, nos dice que cerveza no pueden vender, no tienen licencia, pero sí en un súper que hay justo al otro lado de la calle y si la traemos, él nos la sirve en el interior. Eso hacemos, Javi va en su busca y se encuentra que todos los clientes marroquíes compran cerveza que el cajero envuelve en papel de periódico, al más puro estilo “yanqui”. La única clienta que no compra alcohol, es una extranjera que se lleva unas botellas de agua. Es una situación bastante absurda. Tras la cena, damos un breve paseo para ayudar a la digestión y nos acostamos, que llevamos dos días que parecen una semana.
LUNES 21/03
1ª ETAPA: OUARZAZATE – SOUK EL KHEMIS
(106km/6h 05min)
Oso etapa luzea, baina erosoa. Bidearen zatirik handienak ibar oso emankor batetik garamatza, eta horrek esan nahi du oso eremu populatua dela, eta oso zaila izango zaigula oharkabean igarotzea eta kanpatzea, haur-begiren begirada bitxiaren adeitasuna izan gabe. Hala eta guztiz ere, lasaitasun sentsazioa erabatekoa da, jende honen abegikortasuna sentitzen hasi gara.
1ª ETAPA: OUARZAZATE – SOUK EL KHEMIS
(106km/6h 05min)
Oso etapa luzea, baina erosoa. Bidearen zatirik handienak ibar oso emankor batetik garamatza, eta horrek esan nahi du oso eremu populatua dela, eta oso zaila izango zaigula oharkabean igarotzea eta kanpatzea, haur-begiren begirada bitxiaren adeitasuna izan gabe. Hala eta guztiz ere, lasaitasun sentsazioa erabatekoa da, jende honen abegikortasuna sentitzen hasi gara.
El cansancio y sueño acumulados hacen que durmamos de un tirón, a pesar de no habernos acostado tarde.. Con un trazado bastante llano, una temperatura muy agradable, señales de peligro advirtiendo de la presencia de camellos y hasta alguno muerto y en descomposición en la cuneta, llegamos a Skoura. Las kashbah se suceden a la orilla de la carretera, muy erosionadas algunas. Llegamos así a M´Gouna, el pueblo del agua de rosas, en cuyos valles se producen por toneladas. Se trata de un bonito lugar situado en una fértil vega, donde el asalto de los chavales me obliga a seguir con el reparto de caramelos. Un simpático comerciante nos enseña un poco más tarde cómo se dice pan y agua en berebere; nosotros hacemos lo mismo con el euskera, le compramos tomates, naranjas, yogur, quesitos y nos despedimos. Dedicamos ahora nuestros esfuerzos a encontrar un lugar tranquilo para poner la tienda, lo cual va a resultar una misión imposible. Estamos atravesando una vega muy fértil y por tanto, muy habitada. En Souk-el-Khemis, nos decidimos a adentrarnos, ya anocheciendo, por un camino estrecho, pensando en que quizás lograremos escapar del acoso de los críos, pero nada más lejos de la realidad: en un recodo, aparece una multitud de ellos, saludando, rodeándonos. En vista de la poca luz que hay, decidimos plantar la tienda en una campa, junto a una vivienda, convirtiéndose así en una improvisada carpa circense, donde somos la atracción principal. Acuden en nuestra ayuda varios adultos, alejando a los chavales a base de collejas o gritos. Nos invitan a dormir en sus casas, a guardar las bicis en ellas, a cenar cous-cous, pero nos apetece estar tranquilos y rechazamos amablemente todas sus invitaciones. Después de tanto trajín, dormimos de un tirón. La etapa ha sido larga y aún arrastramos el cansancio del viaje en bus y tren. Dormimos tan profundamente que hubieran podido robar nuestros cuerpos con tienda y todo y no nos hubiéramos enterado. Angelitos. |
MARTES 22/03
2ª ETAPA: SOUK EL KHEMIS – MSEMRIR
(73km/5h 10min)
Dades eta Todra lotzen dituen pistari buruzko informazioa biltzen ari gara, badirudi posiblea dela bizikletaz egitea, hori albiste ona da. Gaurko etapari dagokionez, Dadeseko Zintzurrak nabarmendu behar dira, zalantzarik gabe, mendate txiki bat igo behar bada ere, bai igoera, bai goitik dauden ikuspegiak izugarriak dira. Msemrir baino pixka bat haratago kanpatu, eta bihar hasiko dugu Todrara eramango gaituen bidea. Ilargi beteak linterna alferrikakoa egiten du, baina berutu, gutxi. Haurrek apur bat estutu gaituzte gaur, hori da turista izateak ordaindu behar duen prezioa.
2ª ETAPA: SOUK EL KHEMIS – MSEMRIR
(73km/5h 10min)
Dades eta Todra lotzen dituen pistari buruzko informazioa biltzen ari gara, badirudi posiblea dela bizikletaz egitea, hori albiste ona da. Gaurko etapari dagokionez, Dadeseko Zintzurrak nabarmendu behar dira, zalantzarik gabe, mendate txiki bat igo behar bada ere, bai igoera, bai goitik dauden ikuspegiak izugarriak dira. Msemrir baino pixka bat haratago kanpatu, eta bihar hasiko dugu Todrara eramango gaituen bidea. Ilargi beteak linterna alferrikakoa egiten du, baina berutu, gutxi. Haurrek apur bat estutu gaituzte gaur, hori da turista izateak ordaindu behar duen prezioa.
Ya desde la mañana, comienza la sesión de circo, a pesar de que los adultos lanzan piedras a los críos para que nos dejen en paz. Tras las despedidas, ponemos camino a Boumalne, a escasos 10km, donde desayunamos tortilla berebere, tallín de huevos y té con menta. Preguntamos al camarero acerca de la pista que une Dades y Todra y nos asegura que es ciclable (¡¡ja!!). Mientras disfrutamos del aperitivo, se nos acerca el dueño del albergue que tenemos justo detrás, empeñado en que nos quedemos en él. Ante nuestra insistencia en seguir, nos aconseja que compremos agua aquí mismo pues, según dice, en la zona de Dades es difícil encontrar agua y cuando lo haces, es cara, a 20dh la botella. Le hacemos caso (¡¡ja!! de nuevo) y cargamos con tres botellas. Éste también confirma que podemos hacer la ruta pensada con las bicis y a ello nos ponemos. La serpenteante carretera recorre una vega muy fértil entre montañas rojizas y pueblos miméticos en las laderas. En suave pedaleo llegamos las gargantas del Dades. Una zona de curvas y fuerte pendiente nos lleva a un mirador que compensa el esfuerzo. Charlamos mientras descansamos con un vendedor de los cientos que se encuentran en las carreteras. Toca de nuevo subir mientras atravesamos un pequeño poblado en cuyas “calles” juegan los chavales al balón. Tenemos que ponernos serios y pegarles un buen grito para que nos dejen tranquilos y así, ayudados por la breve descarga de adrenalina y un fuerte viento a favor en el último tramo, coronamos el puerto que vuelve a hacer buena la teoría de que, en bicicleta, cualquier esfuerzo tiene su recompensa: ante nosotros se abre un asombroso paisaje lunar de alta montaña atravesado por un profundo cañón en cuyo fondo, el río Dades pone la única nota de color verde en el ocre del paisaje. Disfrutando del pedaleo, llegamos a Msemrir. Lo primero, un té y comprar pan; nos confirman que no tenemos problema alguno para ir hasta Todra en bici, que los 4x4 hacen ese camino con frecuencia. Animados con la noticia, nos avituallamos y vamos en busca de un lugar donde acampar. En un cruce, encontramos una caudalosa fuente y otro chaval que ahí estaba nos aconseja que acampemos en las cercanías y que sigamos mañana la ruta. Un par de kilómetros nos bastan para decidir el lugar, algo resguardado, porque hace viento. Hace una noche fresca, sopla un ligero viento, pero la luna, como ayer, hace innecesario el frontal. Es un lujo poder hacer noche en un lugar así. A pesar de ello, esta noche me cuesta conciliar el sueño. |
MIERCOLES 23/03
3ª ETAPA: MSEMRIR – TAMTATTOUCHTE
(43km/5h 30min: ¡¡ teguiblè mondiè !!)
Artzain batek lagunduta jaiki gara, mutil azkarra eta jatorra. Gero, pistako 40 km eskasak oso gogorrak izango dira, 2800 metroraino iritsi behar da, oreka mantentzea zaila den lur harritsu batetik, berdin dio igotzea edo jaistea. Eta agian estuena mendi hauetan bizi diren amazighen presioa izan da, batzuetan bortitza, ez dute axola ez adinak ez sexuak. Azkenik, Tamtattouchtera iritsiko gara, eta kilometro bat harago, osagai guztiak dituen hotel baten saria izango dugu zain: gela eroso bat, dutxa, eta afaria "harira" -sopa- eta "timilai" -arrautzak, arroza, haragia, tomatea-. Leher eginda gaude.
3ª ETAPA: MSEMRIR – TAMTATTOUCHTE
(43km/5h 30min: ¡¡ teguiblè mondiè !!)
Artzain batek lagunduta jaiki gara, mutil azkarra eta jatorra. Gero, pistako 40 km eskasak oso gogorrak izango dira, 2800 metroraino iritsi behar da, oreka mantentzea zaila den lur harritsu batetik, berdin dio igotzea edo jaistea. Eta agian estuena mendi hauetan bizi diren amazighen presioa izan da, batzuetan bortitza, ez dute axola ez adinak ez sexuak. Azkenik, Tamtattouchtera iritsiko gara, eta kilometro bat harago, osagai guztiak dituen hotel baten saria izango dugu zain: gela eroso bat, dutxa, eta afaria "harira" -sopa- eta "timilai" -arrautzak, arroza, haragia, tomatea-. Leher eginda gaude.
La primera visita que recibimos hoy es la de un pastor. Viene con una sola sandalia, señalándose el pie, supongo que para probar suerte. Mientras desayunamos y desmontamos, aparece el otro colega y pacientemente, sentados en una piedra, nos observan, entre extrañados y divertidos. Hacia las 9:30 ya tenemos todo recogido, hacemos el correspondiente reparto de galletas y nos despedimos. Ya en camino, Javi observa que el pastor, curiosamente, ha recuperado la segunda sandalia, picaresca de la pobreza. El inicio de la pista no augura nada bueno, la pista es difícilmente transitable, con mucha piedra suelta que obliga a echar el pie a tierra más de lo que desearíamos. Parece que la de hoy, va a ser una etapa infernal. No todo es malo, que el intenso viento sopla a favor y el cielo está cubierto, librándonos del castigo extra del sol. En el kilómetro 10 tenemos que echar mano ya de una barrita. Javi está más desesperado que yo, que me había hecho a la idea de que esto iba a resultar hoy así. En algunos tramos, la pista nos da un breve descanso y mejora algo, para volver a estropearse al poco rato. De esta manera llegamos hasta los 2.800m que tiene el collado que nos ha de conducir al valle vecino. Iniciamos el descenso por una serpenteante pista en la que tropezamos con un paisano en burro que, cómo no, nos pide algo de comer y un botiquín para curarse las heridas de los pies. Para lo primero, algún remedio tenemos, pero no para lo segundo. De momento, no es malo el firme, pero poco tardamos en volver a las andadas. Una y otra vez nos salen al paso bereberes de las montañas solicitando el peaje, mujeres y niños bastante sucios y con el pelo rasta. Son insaciables e incluso un poco violentos, les damos caramelos, barritas, una jaboneta,… El contrapunto lo pone una agradable madre con su precioso hijo a la espalda, escondido entre los pliegues de una manta. Nos ofrece posar para una foto y no podemos resistir a la tentación, dándole después 5dh que creemos que la dejan satisfecha. Estamos cansados y las cuestas no acaban; para colmo y mayor desesperación de Javi, el continuo ajetreo ha acabado por romper una de las piezas que une la parrilla al cuadro de la bici. Hacemos una reparación de urgencia con los pulpos y pie a tierra, ascendemos una fuerte y pedregosa pendiente. Comenzamos a creer que quizá hubiese compensado hacer los 150km de vuelta por la carretera entre Dades y Todra. Al final de una interminable cuesta, mejora un poquito el terreno, es algo más llano, comenzamos a bajar,… todo bueno hasta que la pista, a pesar de ser cuesta abajo, nos obliga a desmontar a veces, incapaces de mantener el equilibrio sobre la bici. Pero el final del sufrimiento está cerca, no muy lejos se ve ya Tamtattouchte, donde nos recibe la habitual cuadrilla de niños morenos y sonrientes que nos mira con sorpresa y admiración. Son las 17:30 y ha acabado la tortura. Un chaval nos conduce a un hotel pero la ducha, tipo marroquí, no me seduce, me apetece algo más cómodo. Además, recuerdo de la vez que anduve por esta zona, que había un hotel muy apetecible, recomendado por la “Trotamundos”. Y así es, una lograda mezcla de tradición y modernidad, con una gran “haima” que hace las veces de comedor y una habitación con baño y ducha, decorada con mucho gusto. |
Descansados y limpios, disfrutamos de una cena a base de “harira” y “timilai”, una cazuela de barro que reúne huevos, arroz, carne, tomate,… De postre, yogurt con canela. Mientras esperábamos la cena, he aprovechado el momento para poner un poco al día este diario. Nos despedimos temprano, colgamos la colada en el exterior y nos dejamos caer, agotados, en la cama.Haz clic aquí para editar.