MARTES 10/04
10ª ETAPA: OLIVA DE LA FRONTERA – OLIVENZA
(78km/4h 30min)
Eguraldia nahasi dabil, baina Olivenza hiri monumentalera ezustekorik gabe iritsi gara. Honainoko bidea, ohi bezala, zoragarria, baina pixka bat luzea egin zaigu etapa azkenik. Bihar agur esango diegu Ainhoari eta Iratxeri. Hiru “pitarra” ardo hartu ditugu, erabateko gizonezkoen giroan.
10ª ETAPA: OLIVA DE LA FRONTERA – OLIVENZA
(78km/4h 30min)
Eguraldia nahasi dabil, baina Olivenza hiri monumentalera ezustekorik gabe iritsi gara. Honainoko bidea, ohi bezala, zoragarria, baina pixka bat luzea egin zaigu etapa azkenik. Bihar agur esango diegu Ainhoari eta Iratxeri. Hiru “pitarra” ardo hartu ditugu, erabateko gizonezkoen giroan.
Amanecemos nublados, pero ya en carretera, el sol acompaña y casi sin darnos cuenta, estamos ya en Valencia del Mambuey. Con la información del camino a seguir, con suave pedaleo y acompañados del habitual paisaje, nos plantamos en Villanueva del Fresno. Seguimos haciendo kilómetros bastante fácilmente, aunque ahora hay alguna rampa más. Atravesamos numerosos riachuelos con la superficie cubierta de ranúnculos, chapotea de vez en cuando alguna tortuga. En Cheles nos hacemos la foto de grupo y tomamos el café en el “Café Donosti”. El tiempo anda totalmente loco y hace un sol de justicia cuando salimos del pueblo. Las dehesas son ahora más abiertas, vemos piaras, rebaños de ovejas, toros de lidia que salen en estampida cuando intentamos fotografiarlos, un elegante caballo que nos sigue un rato al trote,… El cielo se va cubriendo a medida que nos acercamos a Olivenza, pero llegamos sin contratiempos. Puesto que mañana nos despediremos de Ainhoa e Iratxe, hemos decidido quedarnos en el Hotel Los Amigos -a 34€ la habitación doble-. Salimos a dar un paseo al pueblo, monumental, con su castillo, iglesias de estilo manuelino, un bonito casco antiguo. Tomamos un par de potes (vino de pitarra) con su correspondiente tapa y localizamos una pastelería en la que venden “Técula Mécula”, un pastel especialidad de la zona, una especie de mazapán con muy buena pinta. En el segundo bar, nos jugamos un euro con la esperanza de que nos toque un llavero del Real Madrid o algo similar de entre la peculiar oferta de “trofeos” de un tablón, pero sólo conseguimos un bolígrafo, que me toca a mí (un estímulo más para seguir escribiendo este diario). De vuelta paramos en una tasquilla a tomar el último pote, como siempre rodeados de hombres que están atentos a un partido de fútbol. La cena, teniendo en cuenta el deporte que hemos hecho, resulta más bien escasa y de batalla además. De otro modo esperábamos celebrar esta despedida, pero lo cierto es que tampoco tenemos los cuerpos para excesivas alegrías. |
MIÉRCOLES 11/04
11ª ETAPA: OLIVENZA – SALVATIERRA DE LOS BARROS
(54km/3h 45min)
“Tierra de Barros”-en sartu gara. Paisaia gizatiarragoa da, etxalde gehiago, baserri gehiago... errepideak ere ibiliagoak dira. Hala eta guztiz ere, ibilbide atsegina -eta neketsua-. Ekaitz gogor batek lokatzetatik salbatzean ostatu hartzera behartzen gaitu.
En el elegante Hotel Arteaga (4 estrellas) nos ofrecen su cafetería para desayunar y aprovechamos la ocasión. Hacemos la última foto de grupo completo y en el cruce que a nosotros nos ha de llevar a Valverde de Leganés, nos despedimos de las dos neskas. Hasta llegar a este primer pueblo, el perfil es tranquilo, pero hay más tráfico del deseado. Al poco rato, tomamos el desvío a Barcarrota, la carretera se estrecha y el firme empeora un poco, pero el recorrido es bonito, algo más rural, más granjas y más cerdos; el perfil es un poco rompe piernas. La salida del pueblo nos sorprende con una buena cuesta y más tráfico del esperado, que se va tranquilizando, pero no así la rampa, que se hace dura llegando a Salvaleón. Tras el descanso, la carretera sigue subiendo, pero mucho más suavemente, hasta un punto en el que se ve el castillo que vigila Salvatierra de los Barros que a su vez, está vigilado por el águila calzada, que se deja ver bastante bien. En el pueblo, hacemos una breve visita al taller de un alfarero (estamos ya en la llamada “Tierra de Barros”) que trabaja la arcillosa tierra de la zona. El cielo se va cubriendo y la tormenta nos da el tiempo justo de cargar agua y de buscar refugio en las escuelas. Durante la larga hora y media que dura el chaparrón, el frío se acentúa y hay que combatirlo: un poco de “Pilates” (que si pubis p´arriba, que si coccis p´abajo), danzas vascas... de poner la tienda, casi ni hablamos, así que hay que buscar alojamiento. En la escuela nos dicen que creen que en el cercano Bar “La Bodega” tienen también habitaciones y a las 8 de la tarde ya estamos alojados. Cenamos en nuestro hotelito: revueltos varios, lomo, chuleta, natillas, helado,… A las 23:30 ya estamos en el sobre, poniendo al día este diario y con la esperanza de que, al menos como hoy, podamos aprovechar la primera parte del día. En función de cómo lo veamos, mantendremos o no el itinerario previsto. |
JUEVES 12/04
12ª ETAPA: SALVATIERRA DE LOS BARROS – ALMENDRALEJO
(71km/4h 30min)
Eguraldiak errespetatu gaitu gaurko 70 kilometroko etapan zehar. Zafratik irtetean kilometro gutxi batzuetan izan ezik, errepide Eder eta lasaiek Almendralejora eraman gaituzte. Eta bertatik bertara ezagutu izan dugu zer den “Tierra de Barros”, buztinezko lupetzak inguratu eta iltzatu baikaitu arratsaldeko ekaitz beldurgarriaren ondoren.
Salimos acariciados por la suave luz del sol por una “carretera con encanto”, tal y como nos explica un paisano. El asfalto no está en muy buenas condiciones, pero el recorrido merece realmente la pena, especialmente hasta La Lapa. Sin novedades y con la climatología aún sin definir, llegamos a Zafra. Decidimos hacer un poco de turismo, nos acercamos al casco antiguo, visitamos las plazas grande y chica y en la segunda nos aborda un hombre de 70 años (¡quién llegara así!), cicloturista de los que hacen 10.000km al año (descansa los lunes) y que nos recomienda la Sierra de Aracena, en alguno de cuyos valles se pueden encontrar buenos bosques de castaños. Apuntado queda, aunque era una zona que ya entraba en nuestros planes. Salimos hacia Almendralejo (los primeros kilómetros no tenemos más remedio que hacerlos por una transitada carretera general). La abandonamos y en Fuente del Maestre nos recibe “la culebrera”, que se deja querer. Cubrimos con rapidez los 17km hasta Almendralejo, ha quedado una buena tarde y aunque se ven algunas nubes, es probable que podamos poner la tienda sin problemas. El paisaje ha cambiado considerablemente, estamos rodeados de olivos y vid ahora. Hay que buscar dónde acampar, cosa que no va a ser fácil, pues no hay más que olivos y el terreno es totalmente arcilloso, no encontramos ni un metro cuadrado cubierto de hierba. Nos adentramos por una pista agrícola y montamos al fin las tiendas en un olivar. Se desata una fuerte tormenta con viento, aparato eléctrico y agua, mucha agua que avanza inexorablemente por el “avance” y bajo la tienda. Cuando, al fin, se aleja, aprovechamos el descanso para preparar la cena en medio de un gran barrizal que nos deja clavados al suelo (así que esto es lo que llaman la “Tierra de Barros”) y alumbrados por los frontales, pues ya es completamente de noche. |