VIERNES 13/04
13ª ETAPA: ALMENDRALEJO – MÉRIDA
(40km/2h 30min)
Etapa laburra gaurkoa, Meridako erromesen aterpetxe batean gure hezurrekin eman dugu. Eguraldia ezegonkorra da oraindik. Monumentuen turismo pixka bat eta gastronomikoa beste tarte bat. Bigarren hau irabazten ari gara.
13ª ETAPA: ALMENDRALEJO – MÉRIDA
(40km/2h 30min)
Etapa laburra gaurkoa, Meridako erromesen aterpetxe batean gure hezurrekin eman dugu. Eguraldia ezegonkorra da oraindik. Monumentuen turismo pixka bat eta gastronomikoa beste tarte bat. Bigarren hau irabazten ari gara.
Nos levantamos encorvados, el cuerpo ha moldeado su forma en la blanda arcilla y no había manera de cambiar de posición. Hacemos un desayuno relámpago, recogemos como podemos (el barro está por todas partes), intentamos quitar la “suela” para poder meter la zapatilla en las “calas” y nos ponemos en marcha por la embarrada pista. Llegamos rápidamente a la carretera, dirección San Benito primero y Alange después. Hasta Mérida, nada destacable, salvo que cruzamos una numerosa colonia de cigüeñas. Entramos atravesando un imponente puente romano. El camping no está lejos (no estaría de más poner las tiendas a secar), pero el tiempo no está muy estable, nos hablan de un albergue y nos parece buena opción, aparte de que está a escasos diez minutos del centro. El alberguista, se mosquea porque no somos peregrinos y este lugar es para quienes hacen el Camino de Santiago. Al final, como al “paisa” lo que le interesa es cobrar los 6€ por cabeza, nos acepta. Ya ubicados y duchados, salimos de paseo a Mérida, visitamos el templo de Diana, el arco de Trajano,… Por la tarde, además de una breve tormenta, han caído también un par de cañas sin tapa y dos vinos con ella y toca ahora decidir un lugar en el que cenar. Nos recomiendan Casa Rufino, cerca de la plaza. Poco más tarde de las nueve estamos sentados en una de las mesas del pequeño local (que se llena, buena señal) pidiendo bacalao ahumado en aceite, ventresca de bonito con pimientos del piquillo, puntillitas y revuelto de criadillas de la tierra, regado con vino de la tierra (la primera botella, picada, pero esas cosas ocurren a veces). Está todo extraordinario, igual lo más flojo el revuelto y el precio ajustado, 60€. En el albergue queda ni una cama libre, hay también gente en el suelo, en colchones. Entre tanto vecino, raro sería que no hubiera algún candidato al “roncador” del año (y yo, sin tapones). Pues “alea jacta est”, que diría algún romano de Emerita Augusta. |
SÁBADO 14/04
14ª ETAPA: MÉRIDA – ALCUÉSCAR
(54km/4h 45min)
Gaurko etaparen zati handi bat Via de la Platatik igarotzen da, agian egun hauetan guztietan egin dugun zatirik politena. Ondoren, dehesak txarari eman dio erreleboa eta profila gogortu egin da. Amaitu aurretik, Santa Lucia del Trampal eliza bisigodora hurbildu gara, batzuen gozamenerako eta besteen haserrerako, egin dugun aparteko ibilbideagatik. Izarren azpiko azken gaua zoragarria da.
14ª ETAPA: MÉRIDA – ALCUÉSCAR
(54km/4h 45min)
Gaurko etaparen zati handi bat Via de la Platatik igarotzen da, agian egun hauetan guztietan egin dugun zatirik politena. Ondoren, dehesak txarari eman dio erreleboa eta profila gogortu egin da. Amaitu aurretik, Santa Lucia del Trampal eliza bisigodora hurbildu gara, batzuen gozamenerako eta besteen haserrerako, egin dugun aparteko ibilbideagatik. Izarren azpiko azken gaua zoragarria da.
Ha habido suerte y hemos dormido bastante bien. Salimos rodeados de una espesa niebla y con frío y así llegamos, por carretera, hasta la entrada que indica hacia la presa de Proserpina. Decidimos internarnos en la dehesa, hacia la derecha, siguiendo las marcas de la Vía de la Plata. El sendero no está siempre igualmente claro, pero ápidamente abandonamos el asfalto para adentrarnos en una pista que recorre la dehesa y que compartimos con un buen grupo de ciclistas y unos cuantos conejos. La niebla no nos abandona hasta llegar a Aljucén, retomamos la Vía a la salida del pueblo y disfrutamos tanto del sol, como del camino, una ancha y preciosa pista que atraviesa la dehesa. Hasta el buitre negro se acerca a saludar. Paramos a comer en una campa, bajo el sol que calienta hoy con fuerza. Está resultando la etapa más bonita de todo el viaje. Tras el descanso, continuamos durante unos kilómetros con el mismo paisaje hasta que, poco a poco, la encina va dando paso a la jara y la pista, sin desniveles hasta entonces, se va endureciendo. Esta segunda parte que nos lleva hasta Alcuéscar se hace, así, más dura. Preguntamos el camino hacia Santa Lucía del Trampal, iglesia visigoda que tengo interés por visitar. Tomamos la carretera que nos han indicado, es estrecha y bonita, pero la iglesia está algo más lejos de lo que pensábamos, para desesperación de Txelo y Jesus (y nerviosismo mío, que me imagino lo que están pensando). Llegamos al fin, para mí el esfuerzo ha merecido la pena, pero no puedo disfrutarlo como hubiera querido. Junto a la iglesia, un centro de interpretación aún sin acabar, más grande que ella misma. Desandamos camino en busca de un lugar en el que plantar la tienda. Enseguida encontramos una entrada hacia una dehesa, Marta se interna trescientos metros y encuentra un lugar perfecto, cercano a una charca con sus ranas y su ganado que nos mira como las vacas (que es lo que son), al tren. Tras la cena damos un paseito para bajar la cena, porque la noche, la última, está perfecta. |
DOMINGO 15/04
15ª ETAPA: ALCUÉSCAR – MONTÁNCHEZ
(14km/1h 10min)
Azkeneko 14 kilometroak Montánchez herriraino. Bartuloak furgonetan gorde, irudiak eta sentsazioak buruan edo bihotzean, edo batek daki non, eta Bilborako bidaiari ekin diogu.
Puesto que hoy toca el viaje de vuelta, nos levantamos más temprano, a las 7, sin que aún haya amanecido. Con los bártulos recogidos recorremos, pues, los últimos 14km (cuesta arriba la mitad) que nos separan de Montánchez. Desmontamos, cargamos la furgoneta, compramos algo de queso y embutido (un jamón entero nosotros, bien pagado, por cierto) y a eso de las 12 nos ponemos en marcha. Con las paradas reglamentarias, sin más novedad, que no es poco, de haber visto un japonés pedaleando por la autovía, llegamos a Bilbao hacia las 8 de la tarde. Hemos encontrado bastante nieve en los altos de Béjar y de la Demanda, pero menos de la que esperábamos en Gorbeia. |