VIERNES 15 DE JULIO Hoy comienza el viaje. Hoy me convierto en persona en tránsito. No es la primera vez, ya lo he sido anteriormente, de hecho todos los veranos, como muchas de vosotras, me convierto en persona en tránsito, pero mi tránsito es siempre vacacional, voluntario. El azar quiso que me tocara el lado bueno del mundo, por eso puedo poner condiciones y me quejo, por ejemplo, de que el bus no tenga wc o usb para ver documentales de personas en tránsito obligado . . . Hablamos con el jefe de la compañía y nos dice que en el contrato no decía nada de wc. Sí, en el lado bueno que nos tocó en el reparto tenemos leyes, pero hay que conocerlas bien. Hay que saber de hipotecas y cláusulas suelo, también de preferentes y de tarifas eléctricas, de seguros y de contratos; hay que saber de aditivos y de transgénicos, de medicina natural y de la de las farmacéuticas. Nuestros depredadores siempre están alerta y trabajan con un aliado que nos han inoculado y que vende: el miedo. Tenemos miedo a que los pobres nos roben, porque los ricos (los bancos, las compañías eléctricas, las aseguradoras, inditex, las farmacéuticas, las compañías de telefonía,..) nos roban legalmente, pero parecen más fiables y ahí está la clave. Las leyes están pensadas y hechas por ellos y para ellos contra nosotras mediante una política cada vez más evidente de puertas giratorias. Recientemente, una multinacional que trabaja por nuestra seguridad ha contratado a Durao Barroso; Josu Jon Imaz, el autor de "Cómo hacer dinero cuando el petróleo está barato", es asesor de la Casa Blanca, algo que enorgullece a su mentor, el PNV; Felipe González es a Endesa lo que Aznar es a Fenosa o viceversa, porque ya no le pongo interés a los pequeños detalles y porque, en definitiva, son los mismos perros con los mismos collares. He dicho que el miedo vende pero, además, cuando se junta con el egoísmo y la insolidaridad, se convierte en cadena de transmisión de todo lo negativo que este sistema individualista nos inocula. Las claves son saber cómo el sistema trabaja y desmontarlo cada mañana con nuestros pequeños gestos: contratar energía en las cooperativas eléctricas cercanas, guardar nuestros ahorros en la banca ética, consumir en los comercios del barrio de toda la vida, porque así generamos empleo y riqueza cercanas, reducir, reutilizar y por último reciclar. Pequeñas gestos que, además, nos sientan bien. Viernes 15 de julio. Eran las 7:15 de la mañana y las escalinatas de la Iglesia de San Nicolás aparecían repletas de banderas amarillas con un solo grito: "ongi etorri errefuxiatuak!" El padre de Kata nos ha traído un rollo de un material magnético para pegar a las pancartas de forma que podamos visibilizar la caravana. La idea es buena, pero no hemos conseguido llevarla a cabo porque la pancarta es muy grande y porque hay una parte del bus que es poliéster en la que el imán no funciona. Hacia las 8 hemos partido rumbo a Grecia. Nos topamos con un par de "problemas técnicos": el bus grande no tiene wc y, a pesar de que hemos sido tres las personas que nos hemos interesado por el sistema de video, éste es tan antiguo que no lee usb - ¡que diga yo esto, que he conocido el vinilo y la cinta de cassette! - Somos muchas y nos cuesta cumplir horarios. Hemos llegado tarde a la recepción en una Iruña recién aseada tras otra noche de fiesta. No recordaba que la plaza del Ayuntamiento fuera tan pequeña. Enseguida he sentido la inexplicable y para mí dolorosa falta de la ikurriña en el mástil del ayuntamiento, consecuencia de una estúpida ley de símbolos impuesta por los inquisidores de UPN, a quienes les sale sarpullido ante gestos que deberían formar parte de su normalidad. "¡Europa, canalla, abre la muralla!", "¡las fronteras los derechos vulneran¡" Recogemos el cargamento humanitario en Iruña y nos dirigimos a la ciudad condal. Un grupo de moteros nos escoltan portando banderas de "ongi etorri errefuxiatuak". Asistimos junto al mar al recibimiento de los paysos catalans. Nos alegra la noticia del casi definitivo cierre del CIE de Barna donde, a día de hoy, quedan tan sólo dos personas. Nos conmueve el discurso por la defensa de la tierra de los payeses, que se indignan ante tratados transnacionales como el TTIP, defensores de los intereses de los de siempre y del libre tránsito de mercancías; o ante tratados como el de la UE y Turquía que conculca el derecho de las personas a transitar libremente. ¡Qué paradoja! Tengo que decir sin embargo que me sorprende la tibia acogida a la caravana a la que Barna tan sólo aporta ocho personas, si bien es cierto que Mare Mortum, la asociación que trabaja por los derechos de las personas migrantes allí, se está centrando con especial énfasis en la frontera sur. Una vez al año no hace daño, así que cenamos kebab de pollo en un garito pakistaní que me transporta a mis viajes de verano en bicicleta por países árabes. El bollywood más hortera y esos anuncios de irrenunciables productos a los que debería aspirar todo hindú que quiera ser feliz dentro del sistema, (anuncios en los que, curiosamente, los protagonistas globalizados apenas parecen hindues), me transportan a la otra India que visité el año pasado por estas fechas, la de las castas y las trabajadoras de la carretera tumbadas en posición fetal, descansando de su duro trabajo a 4000 m de altura rehaciendo las carreteras de la cordillera del Himalaya, cubiertas por la nieve durante ocho meses y convertidas en ríos tras el deshielo. Es agradable la temperatura junto a este mare nostrum que cada día es mas mare "mortuum". El sol se ha cansado de trabajar y ahora le toca a la luna. Me pongo mi traje de noche, tapones y antifaz. El cansancio hace el resto. Bona nit. |