El recorrido que pudimos hacer al final, es parte de otro mayor, circular, al que tuvimos que renunciar por culpa de Maldonado, que no se enrolló ni un poquito. Queda para otra ocasión, porque el viaje lo merece.
VIERNES 29/03 1ª ETAPA: DAIMIEL – ARGAMASILLA DE ALBA (58 km/3h 16min) Tras seis horas de viaje, llegamos hacia las 14:30 a Daimiel. Hay nubes y claros en el cielo y el viento es frío, pero parece que, por hoy, la lluvia que ponía Montesdeoca no nos toca. Nos ponemos en marcha optando por un camino algo más corto – Arenas de San Juan, sin pasar por Villarubia de los Ojos -, pues el tiempo se nos ha echado encima. En tierra de molinos, el viento era predecible y cumpliendo la ley de Murphy, en contra. La carretera es una inmensa línea recta y en el paisaje se alterna la viña con el cereal. El frío va haciéndose cada vez más intenso y ya no noto los dedos de los pies. Llegamos al fin a Argamasilla, ateridos. En esta primera etapa, nos ha sorprendido la gente, tocando la bocina y saludando cuando nos cruzamos con ellos en la carretera, y también la cara de los paisanos - porque no hay paisanas – en los bares, cuando entramos vestidos de romanos. |
SÁBADO 30/03 2ª ETAPA: ARGAMASILLA DE ALBA – OSSA DE MONTIEL (66 km/3h 55min) El día amanece fresco y soleado. Salimos a las 10:30, forrados de ropa que rápidamente tenemos que quitarnos. Nos sorprende la cantidad de ciclistas que hay por estas carreteras; parece que estamos en el País Vasco, salvo porque saludan “buenos días”, en vez de “aupa”. Vamos en dirección a las Lagunas de Ruidera. El entorno de las lagunas es bonito, el recorrido es por carretera, salvo el tramo final, que hacemos por pista. La etapa resulta bonita y el paisaje, en especial tras las lagunas, recuerda al de Cabañeros, dehesas verdes de trigo verde pinceladas de encina. Mucha perdiz, que para eso estamos en tierra de caza. Llegados a destino, recordamos que estamos en el pueblo de Oscar Sevilla, “el niño” (a ver si nos lo encontramos y nos da unos relevos en la etapa de mañana). La cena la hacemos en el mismo hostal en el que nos alojamos, rica y barata, que el señor Montesdeoca se encarga de amargar con su pronóstico: empeoramiento del tiempo a partir del lunes. De vuelta a la habitación, la TV nos confirma las malas noticias. |
DOMINGO 31/03 3ª ETAPA: OSSA DE MONTIEL – ALCARAZ (80km/4h 30min) Etapa ventosa donde las haya. Oscar Sevilla debería ser contrarrelojista, con estas largas rectas y el “jodío” viento en contra. Salimos de Ossa de Montiel con sol, aunque hace fresco; tras atravesar un sabinar, llegamos a la meseta sin conseguir que el cuenta kilómetros pase de 15 por hora. En El Bonillo, el sonido de las trompetas procesionales nos ahuyenta y decidimos seguir camino. Si tuvieran que definir recta en el diccionario acompañándola de una foto, la sacarían desde Pinilla hacia Bonillo. Pasamos las Salinas de Pinilla, abandonadas. De Viveros tomamos dirección Villanueva de la Fuente, saliendo en seguida a la CM-320, muy bien asfaltada y con un hermoso arcén, pero bastante transitada - todo no podía ser -. Salimos de Villanueva descendiendo, y apreciamos que el paisaje se vuelve más montañoso a nuestro alrededor. Nos desviamos a la izquierda, dirección Povedilla y llegamos a Alcaraz, por empinada cuesta, pardiez. Alcaraz sorprende por su historia y patrimonio, eso sí, más bien descuidado. Y he de mencionar el Casino, en la plaza mayor. A mí, estos lugares de denso humo, destartalados y más viejos que antiguos, repletos de empedernidos fumadores y jugadores de cartas,... me gustan, ¡qué carajo! Y ello a pesar del olor a humo en la ropa y del picor en los ojos, que te invitan a abandonarlo. El tiempo atmosférico es nuestra obsesión diaria. Parece que el lunes no nos libramos del agua. Mañana será otro día y lo veremos. |
LUNES 1/04 4ª ETAPA: ALCARAZ – RIÓPAR (54 km/3h 27min) Nos levantamos con el temor de encontrar la lluvia tras la ventana y, sin embargo, nos encontramos un cielo azul sin rastro de nubes. Nos indican que la etapa que llevamos marcada, tiene un trozo de pista, malo para la bicicleta, pero que hay otra alternativa, por Vianos. La tomamos, como los toreros, lo que no nos impedirá subir los puertos de El Barrancazo y Las Crucetillas. A las 11, nos ponemos en camino. Bajamos las primeras cuestas y en seguida nos desviamos a la izquierda, dirección Vianos. Rápidamente empieza la carretera a picar hacia arriba, “pestosilla”, el viento reaparece y el cielo se comienza a cubrir. Estamos en el principio de El Barrancazo, un tramo de ascensión que finaliza en Vianos, en una amplia llanura. Aquí la pendiente se suaviza mucho durante unos 6km, para llegar a un tramo de fuerte bajada. Sabemos que no hemos acabado de subir el puerto y, en efecto, nos quedan otros 4km de ascensión hasta el cartel de Puerto El Barrancazo. 1.434 metros. Foto y descenso fraudulento. El paisaje de la Sierra de Alcaraz es muy similar al de Cazorla. Pasamos después por la Sierra del Agua, de gran belleza. El ascenso al Puerto de las Crucetillas es muy suave. Retomamos el camino y pasamos unos kilómetros de ascensión algo más dura para alcanzar el cartel del puerto, a 1.450 metros. En fuerte descenso, atravesamos un paisaje totalmente diferente al de subida, con una serie de sierras de gran altura al fondo. Al fin salimos a la carretera nueva que enlaza Alcaraz con Riópar. La señora del hotel de Alcaraz no podía entender ese empeño nuestro de alargar recorridos y coger carreteras viejas y rotas, sobre todo cuando hay otras, nuevas, que facilitan el recorrido. No entendía que para nosotros el objetivo no es sólamente llegar al destino, sino fundamentalmente, disfrutar de cada pedalada. Las perdices, rabilargos, abubillas, escribanos y demás parientes que nos acompañan comparten nuestro objetivo, por algo viven por aquí. Pero ya estamos en Riópar, quitamos las alforjas y nos vamos al nacimiento del Río Mundo, a 7kms. Durante la cena, Montesdeoca no nos da buenas noticias para mañana. |
MARTES 2/04
RIÓPAR
Son las 8 de la mañana. Javi mira por la ventana: “parece que hay niebla; está cubierto; pero,... ¡si está lloviendo!”. Se confirman nuestros temores, llueve y hace frío. Incluso hay nieve en las montañas de alrededor. Parece que vamos a tener que suspender la etapa de hoy.
MIÉRCOLES 3/04
RIÓPAR
A las 8 de la mañana, el día se anuncia incluso peor que el de ayer, con lluvia, viento y frío. Nos levantamos con la idea de meter las bicicletas en un autobús o bien de ir a Daimiel a por el coche. Para nuestra sorpresa, nos enteramos de que posibilidades, pocas: no hay conexión directa entre Riópar y Ciudad Real, habría que ir a Albacete y, desde allí, a Ciudad Real. Hay que acercarse, además, a Alcaraz, para poder coger el autobús.
Unos amigos de la dueña de la pensión en la que nos alojamos se ofrecen a acercarnos a Daimiel para poder recuperar el coche. Parece ser que “Con alforjas por La Mancha” ha concluido a la mitad de su recorrido – más bien, a un tercio -. La inestabilidad y las malas comunicaciones hacen que no nos atrevamos a continuar sin el coche. Despliego una vez más el mapa de Castilla - La Mancha (ahora se entiende aquello de “ancha es Castilla”: sólo Albacete es tan grande como la CAV). Busco una retirada digna y en el camino hacia el norte, me encuentro con Cuenca, donde las previsiones meteorológicas, aunque no demasiado fiables, han colocado un sol. Así que, mañana, p’a Cuenca.
RIÓPAR
Son las 8 de la mañana. Javi mira por la ventana: “parece que hay niebla; está cubierto; pero,... ¡si está lloviendo!”. Se confirman nuestros temores, llueve y hace frío. Incluso hay nieve en las montañas de alrededor. Parece que vamos a tener que suspender la etapa de hoy.
MIÉRCOLES 3/04
RIÓPAR
A las 8 de la mañana, el día se anuncia incluso peor que el de ayer, con lluvia, viento y frío. Nos levantamos con la idea de meter las bicicletas en un autobús o bien de ir a Daimiel a por el coche. Para nuestra sorpresa, nos enteramos de que posibilidades, pocas: no hay conexión directa entre Riópar y Ciudad Real, habría que ir a Albacete y, desde allí, a Ciudad Real. Hay que acercarse, además, a Alcaraz, para poder coger el autobús.
Unos amigos de la dueña de la pensión en la que nos alojamos se ofrecen a acercarnos a Daimiel para poder recuperar el coche. Parece ser que “Con alforjas por La Mancha” ha concluido a la mitad de su recorrido – más bien, a un tercio -. La inestabilidad y las malas comunicaciones hacen que no nos atrevamos a continuar sin el coche. Despliego una vez más el mapa de Castilla - La Mancha (ahora se entiende aquello de “ancha es Castilla”: sólo Albacete es tan grande como la CAV). Busco una retirada digna y en el camino hacia el norte, me encuentro con Cuenca, donde las previsiones meteorológicas, aunque no demasiado fiables, han colocado un sol. Así que, mañana, p’a Cuenca.
JUEVES 4/04 RIÓPAR - CUENCA Comenzamos los preparativos para ponernos en marcha hacia Cuenca, paramos antes en Riópar Viejo. Es un pueblo pequeño, situado en un alto, con cementerio, una bonita iglesia y cuatro casas, reformadas hace poco. Hay al menos una casa de Turismo Rural y un albergue, así que está bien conocer este sitio para ocasiones posteriores. Un par de fotos y nos ponemos en carretera. VIERNES 5/04 A LA CIUDAD ENCANTADA (60km) El día amanece despejado, pero estamos a 1º. Nos hemos decidido por una etapa de alrededor de 60kms, hasta la Ciudad Encantada. La mañana está fría, pero la fuerte pendiente por la que salimos de Cuenca (camino se San Isidro), hace que nos sobre todo. Tras 7km de tranquilo itinerario, llegamos a la bifurcación y saliendo hacia la izquierda, cogemos camino de Villalba de la Sierra. El camino es tranquilo, por carretera bien asfaltada y bastante llano. A la altura del Salto de Villalba, comienza la ascensión a la bella Serranía de Cuenca. Paramos en el “ventano del diablo” a contemplar las transparentes aguas del río Júcar. Continuamos la ascensión por una pendiente mantenida pero no excesivamente dura que nos hace llegar, eso sí, con una buena sudada, a la bifurcación que, por la derecha, nos llevará a la Ciudad Encantada. Sin abandonar la carretera, llegaríamos al nacimiento del río Cuervo, pero eso, otra vez será. Hacemos 6km más, por pendiente más suave, hasta nuestro destino de hoy. Previo pago de 3 euros per capita –precio que incluye, eso sí, el cuidado de las bicicletas-, accedemos al caprichoso mundo de la naturaleza esculpida por el tiempo. Tras ello, completamos el recorrido en descenso engañoso al principio y puritito descenso después. Cae una foto del valle, a pesar de que la luz no es buena. Es la última foto de una vacaciones y 318km en los que, si bien no cumplimos el objetivo marcado, sí descubrimos unos cuantos sitios a los que merece la pena volver. Y es que siempre merece la pena dejar sitios por recorrer. |