MARTES 18/07
BILBAO – MILÁN – ESTAMBUL
Bidaiaren lehenengo zatia, Istanbuleraino. Bihar, beste hegazkin bat hartuko dugu Vanera joateko. Tarte luzea izan dugu hiriburura hurbiltzeko, egun pasa, aireportura bueltatu arte. Bertan egingo dugu gaua.
BILBAO – MILÁN – ESTAMBUL
Bidaiaren lehenengo zatia, Istanbuleraino. Bihar, beste hegazkin bat hartuko dugu Vanera joateko. Tarte luzea izan dugu hiriburura hurbiltzeko, egun pasa, aireportura bueltatu arte. Bertan egingo dugu gaua.
18 de julio, día del alzamiento, no podía presagiar nada bueno: nos despertamos tarde; en el aeropuerto, segundo contratiempo, Alitalia nos cobra 50€ por cada bicicleta y el único recurso que nos queda es el de la pataleta; y siguen los efectos de este fatídico aniversario pues, cuando vamos a embarcar, comunican por megafonía que el vuelo, por razones técnicas, saldrá con 40 minutos de retraso. En Malpensa, tan sólo tenemos una hora de margen, así que nos echamos a temblar. Afortunadamente, pocos minutos más tarde nos llaman para el embarque. La estancia en Milán es corta, una media hora. Ya en Estambul, dejamos cajas y alforjas en la consigna, que pagamos bien, 46 liras. Un tranvía nos deja en pleno Sultanahmet, junto a Santa Sofía. Nos acercamos al Gran Bazar y se aprecia que hay menos turismo que en agosto, las tiendas están cerradas y hay poco movimiento por la calle.Al poco rato suena el teléfono, es Jesus contándonos que les han cancelado el vuelo y que deberán pasar la noche en París, así que nuestro encuentro en Van se retrasará algo. De vuelta al aeropuerto, recuperamos de la consigna los sacos y, hacia las 12:30, vamos al piso superior, el de salidas, más tranquilo, en busca de un lugar en el que echar una cabezada. Los mejores sitios ya están ocupados y hemos de “acomodarnos” como podemos entre dos asientos; además, hace fresco y nos ha tocado el turno de la máquina enceradora, que hace un ruido infernal. |
MIERCOLES 19/07
ESTAMBUL – VAN
Ibilbidearen bigarren zatia Van hiriraino, izen bereko lakuaren ondoan. Leku zaratatsua eta xarma berezirik gabea, baina nahikoa atseden hartzeko. Bihar, ezustekorik ez badago, Ainhoa eta Jesus helduko dira, gure bidaideak aurten. Bizikleta bidaia baten gorabeherak konpartituko ditugu lehen aldiz, hiru astez; ondoren, Javi eta bioi beste horrenbeste geratuko zaizkigu.
ESTAMBUL – VAN
Ibilbidearen bigarren zatia Van hiriraino, izen bereko lakuaren ondoan. Leku zaratatsua eta xarma berezirik gabea, baina nahikoa atseden hartzeko. Bihar, ezustekorik ez badago, Ainhoa eta Jesus helduko dira, gure bidaideak aurten. Bizikleta bidaia baten gorabeherak konpartituko ditugu lehen aldiz, hiru astez; ondoren, Javi eta bioi beste horrenbeste geratuko zaizkigu.
Noche corta. Hacia las cinco de la mañana, con las cajas ya en nuestras manos y debidamente precintadas, nos encaminamos hacia la terminal de vuelos domésticos. La tarea no resulta sencilla, las cajas a duras penas pasan por las puertas y por las cintas. Un amable joven nos acompaña y pregunta por el peso de las cajas, son 20kgs, pero él anota 15 (probablemente, sea el límite admitido en vuelos domésticos). Nos indican ya nuestra puerta de embarque y satisfechos, pues el trámite ha sido más sencillo de lo que esperábamos, estamos ya sentados en nuestros sitios. El cansancio acumulado nos ayuda a sumirnos en un sopor del que no saldremos hasta casi aterrizar en Van. Aterrizamos a las 10:30, tras dos horas de vuelo, sobrevolando el lago Van y la montañosa zona que lo rodea. Camino de Van, la carretera se va animando a medida que nos acercamos a la ciudad. Nos encontramos los bancos cerrados (cierran a las 13:30, pero abren por la tarde). Intentamos informamos sobre el ferry a Tatvan, parece que sale cuando se llena, no hay un horario tal y como lo entendemos. Buscamos un hotel, aparcamos las bicis en recepción, subimos a la habitación y es cuestión de segundos el quedarnos dormidos. Son las 16:30 cuando, más menos que más, despertamos. Tenemos sólo una hora para ir al banco, así que hay que espabilarse. Duchados, nos reencontramos con la desesperante realidad de los bancos turcos. Algo parece que se han modernizado, hay que coger un número para ser atendido (el de Javi es ¡!el 3600!!). Echamos tres cuartos de hora para cambiar el dinero pero, al menos, hay aire acondicionado. Con los deberes hechos, nos dedicamos a dar un paseo por Van, que resulta no tener un encanto especial. Encontramos un pequeño y agradable restaurante en el que, además, contamos con intérprete, un turista que nos ayuda a pedir carne con berenjenas, arroz y ensalada, todo muy rico. Nos invitan al té y a la ensalada. Nos retiramos al hotel, nos acostamos con las ventanas abiertas y a pesar del ruido de la calle, dormimos como recién nacidos (de los que duermen, claro). |
JUEVES 20/07 VAN – TATVAN Gure bidailagunekin elkartu eta bidaia berezi bati ekingo diogu, itsasontzi, Van Tatvaneraino, aintzira zeharkatuz. Teheranetik Istanbul hirira iritsiko den tren bat bere upeltegietan garraiatzen du itsasontziak, batzuetan bidaiari gehiago dago, baina gaur ez, gu laurok gozatuko dugu tripulazioaren arretaz. Zalantzarik gabe, ez dugu “laku bidaia” hau ahaztuko. Ozta-ozta iritsi gara Tatvanera ostatu topatzeko. |
Nos despertamos preocupados por la falta de noticias de Jesus y Ainhoa. Respiramos aliviados cuando les encontramos montando las bicicletas, les ayudamos y regresamos a Van.
Nos encaminamos hacia el puerto. Se supone que el “Cuinmeri” zarpa a las 15:00, pero no hay rastro de él ni en el puerto ni en lo que la vista alcanza en el lago, así que es fácil que lleve algo de retraso. Son las 17:30 cuando, al fin, atraca con una carga especial, un tren de carga que una vieja locomotora saca de su bodega haciendo sitio a otra serie de vagones que estaban a la espera. Para ello, hay que hacer las maniobras oportunas y enfilar los raíles de un lado y de otro. A las 18:30, iniciamos el crucero de placer. Somos los únicos clientes de este especial barco, cutre y oxidado, pero con encanto evidente. Plantamos unas sillas en cubierta, la temperatura es agradable. Hacia las ocho de la tarde, se nos acerca la tripulación en pleno, preguntándonos si queremos cenar (ignorábamos que la cena estuviera incluida en los 4YTL que hemos pagado por este viaje). Nos ofrecen sopa de yogur, arroz y perejil y arroz con patatas y cordero, sandía de postre. Comemos con apetito y después, té hasta hartarnos. Javi y yo no estamos tan sorprendidos por este trato, recordamos la experiencia del año pasado, pero Jesus y Ainhoa no dan crédito. El segundo de a bordo nos enseña en su móvil las fotos de sus cinco hijos y un par de vídeos en los que aparece su mujer dando de comer a un periquito. Nos llevan a la cabina y nos permiten pilotar el barco, lo cierto es que pasamos un buen rato. Entre una cosa y otra, nos dan las once de la noche cuando desembarcamos en Tatvan. Nos despedimos, agradecidos, de nuestros anfitriones en esta especial travesía. Guiados por la luz de los frontales, llegamos a la ciudad. En el barco, nos han dado el nombre de dos hoteles, el primero de los cuales está completo, pero ellos mismos nos remiten a otro, en el que nos ofrecen una habitación para los cuatro por 60 YTL. No es el Ritz, pero nos resulta cómodo y nos dejan un buen sitio para colocar las bicis, en la primera planta. Agotados, nos acostamos dando por finalizada la jornada. |
VIERNES 21/07
1ª ETAPA: TATVAN – NEMRUT GÖLÜ
(27km/3h 15min)
Etapa laburra, baina maldak eta beroak gogortu dute. Hainbat gorabehera izan ditugu ere: lapurketa txiki bat Tatvanen, bidean topatutako neska-mutil batzuen etsai-jarrera, afariaren ondoren solasaldian agertu den pistola... Baina Nemrut Gölu ederra da oso eta bazter hauetan ohikoak diren abegi onarekin eta adeitasunarekin ere topo egin dugu.
1ª ETAPA: TATVAN – NEMRUT GÖLÜ
(27km/3h 15min)
Etapa laburra, baina maldak eta beroak gogortu dute. Hainbat gorabehera izan ditugu ere: lapurketa txiki bat Tatvanen, bidean topatutako neska-mutil batzuen etsai-jarrera, afariaren ondoren solasaldian agertu den pistola... Baina Nemrut Gölu ederra da oso eta bazter hauetan ohikoak diren abegi onarekin eta adeitasunarekin ere topo egin dugu.
Nos levantamos hacia las nueve, pero el sol lleva currando desde las cinco y a estas horas ya da de lleno. Desayunamos, damos un paseo por el pueblo, de estética soviética y preparamos los bártulos, ante la atónita mirada de un grupo de chavales, de los de mano rápida, porque Javi se da cuenta de que tiene el bolsillo del bolso del manillar abierto y de que le ha volado una cartera con uno o dos euros. La próxima vez, habrá que andar más vivo. Son las 12 del mediodía cuando comenzamos a ascender los 13km que nos separan del cráter. El calor es insoportable, las alforjas pesan como demonios y la cuesta… cuesta. Nada más empezar, dos chavales le tiran unas piedras a Ainhoa (mal comienzo) pero, después de unos gritos, las aguas vuelven a su cauce. A unos cuatro kilómetros, llegamos a un pueblecito en el que, inmediatamente, nos vemos rodeados de críos, que nos piden pasas (no es que sepamos turco, pero las estamos comiendo y las señalan con el dedo) o cualquier otra cosa que les queramos dar. Al fin, nos desembarazamos de ellos y seguimos subiendo. Las rampas de salida del pueblo son especialmente fuertes. El asfalto llega a desaparecer, con lo cual se complica el asunto pero, como suele ocurrir, todo esfuerzo tiene su recompensa, en este caso en el collado en el que finaliza la subida, desde el cual se contempla un gran lago rodeado de montañas que superan los 3.000 metros. El descenso es incómodo, pues el firme es más bien poco firme, de arena. Llegamos a un triple dilema en forma de cruce con otras tantas opciones. Desde un alto intentamos buscar alguna pista que nos oriente y mientras tanto, abajo, Javi y Ainhoa hablan con un paisano que acaba de aparecer con su todo terreno. Al parecer, Ainhoa ha hecho una reserva en un camping que, supuestamente, está junto a un lago, de agua caliente. La reserva y el camping, comprobamos que ha sido fruto de la imaginación del paisano (o de la de Ainhoa), lo más que encontramos son unas chocicas junto al lago. Pero las indicaciones sí que nos han sido de gran utilidad, pues un poco más adelante, llegamos a otro lago, mayor, de agua más fresca que fría que será el premio a esta jornada, corta en kilometraje, pero intensa. Junto al lago, conocemos a Ramazan, está al cargo de la “taberna. Son las 5 de la tarde, nos damos un reconfortante baño en el lago. El agua está muy buena, pero el sol está ya ocultándose y aquí empieza a refrescar. Montamos las tiendas, preparamos la cena y en ello estamos, cuando se acercan Ramazan y un amigo para invitarnos a cenar. Preferimos nuestro “txokito” y su tranquilidad y rechazamos el ofrecimiento, agradecidos. Con la cena ya preparada, regresa la pareja, esta vez con pollo asado aderezado con un adobo, está muy rico. Tras la cena, tertulia,… que si el trabajo, la edad (no se acaban de creer la nuestra), los kurdos. Ramazan dice que los kurdos no pueden estudiar en su idioma, aunque sí hablarlo, aunque con precaución. El amigo, algo bebido y que miente más que habla, dice que es maestro, apenas si habla inglés, limitándose a repetir sin cesar “universal”. Conseguimos entenderle que en el cráter hay eco, grita, pero aún nos espera una sorpresa desagradable, cuando saca una pistola, con intención de dispararla para que oigamos bien el eco. Nos quedamos de piedra, callados y le pedimos que la guarde. La situación se vuelve incómoda, así que aceleramos las despedidas. Estamos cansados, aunque sólo son las nueve y media. Como cada noche, lloro la muerte de mi padre y pienso que debería haber traído unas cenizas por el Kurdistán para que viajara lo que no pudo viajar en vida. |
SABADO 22/07 2ª ETAPA: NEMRUT GÖLÜ – ADILCEVAZ (64km/4h 15min) Nemrut Gölutik Van Göluraino jaitsiko gara berriro. Bere ertzean merezitako atsedena izango dugu. Hala ere, gaurko etapa, lehen jaitsiera izan ezik, oso atsegina izan da. Lakuko urak oso alkalinoak dira, arropa eta ilea latzak uzten dituzte, baina era berean eskertzen da bertan murgiltzea, lur hauetan bero egiten du eta. |
Amanecemos a las siete. Ha refrescado por la noche e incluso he pasado un poco de frío, pero ahora, aún tan temprano, el sol trabaja ya duro, así que nos ponemos en movimiento. Con las indicaciones necesarias, salimos hacia las 8:30. Dejamos atrás el cráter, las primeras cuestas no resultan tan malas como pensábamos. Atravesamos un paisaje montañoso y semidesértico, muy bonito y la luz, además, acompaña. Llegados al collado en el que se inicia el descenso, nos apena dejar este lugar. Comenzamos bajando por una pista asfaltada, que más tarde se convierte en un simple camino de arena, peligroso para pedalear. La tortura finaliza en un pequeño y pobre pueblo, ya junto a la carretera. Continuamos llaneando, tranquilamente y llegamos a un bonito lugar, a la orilla del lago, que se antoja apropiado para un buen baño, así que nos sumergimos en las cálidas y alcalinas aguas. En la guía se dice que no es necesario jabón para lavar la ropa y Jesus decide aprovechar la ocasión. Resultado, la ropa se tiene de pie al secarse y el pelo queda como estropajo, pero el descanso no nos lo quita nadie. Paramos en un “lokantha” en Ahlat. No es hasta las cinco cuando nos ponemos en movimiento. A esta hora de la tarde la luz es preciosa, la temperatura es perfecta y la carretera, llana, así que pedaleamos con alegría. Encontramos un lugar junto al lago, es un área de descanso con mesas y sillas y una cercana fuente. Tenemos unos vecinos turcos en su tienda preparando la habitual barbacoa y que, como mandan los cánones, nos invitan a cenar con ellos. Declinamos la invitación y aprovechamos la magnífica luz de las últimas horas del día para darnos un merecido momento de descanso y relax. |
DOMINGO 23/07
3ª ETAPA: ADILCEVAZ – ERCIS
(83km/4h 40min)
Eguna eroso doa lakuaren ondotik, nahiz eta beroak estutu duen. Igandea da, familiak eta koadrilak aintziraren ertzean daude kirol nazionalaz, barbakoaz, gozatzeko. Haiekin denbora luze bat eman dugu, Ainhoaren eta nire kasuan, ohikoa den "lehen gradua"ren menpe. Aintziraren ondoan amaitu da etapa, Erçisko azukre-fabrikako lurretan, gaueko txandako zaindarien konpainiarekin.
El lago amanece como un plato. Desayunamos y mientras recogemos, un paisano se encarga de limpiar el área recreativa. Acabada su tarea, se acerca y nos pide 10YTL, a lo que le contesto a ver si le voy a tener que pagar también por el sol, el agua o las sillas. Sorprendido por la respuesta, se retira con las orejas gachas. Con las alforjas llenas y limpias, ponemos rumbo a Ercis. Este tramo de carretera junto al lago es especialmente bonito y cómodo para pedalear. Un poco más adelante, en una arboleda, buscamos una sombra donde refugiarnos para darnos un baño. En ello estamos, cuando se acerca un grupo de jóvenes que no reclaman nada, más bien todo lo contrario, nos invitan a compartir su barbacoa (el domingo es el día nacional de la barbacoa), incluso han dispuesto una alfombra para nosotros. Comienzan las preguntas habituales, “what´s your name?” Las cosas quedan medianamente claras, excepto en el caso de Ainhoa quien, a partir de ahora, pasará a llamarse “jerneim”. Ya estamos sentados en la alfombra, comiendo de nuevo, con Turkish Cola, hamburguesas caseras, “tavuk”, ensalada y guindillas. Más que el comer, les gustan las fotos y hacemos unas cuantas. Junto a este grupo de jóvenes, hay otro, regentado por un “capo” con barba de cuatro días que descansa en una hamaca. Nos invitan a tomar el té, así que nos mudamos a la alfombra vecina. Insisten en hacerse un ciento de fotos, se están poniendo un poco pesados, pero nada como sacar el tema del Kurdistan para cortar cualquier rollo, no hay problema kurdo en Turquía, turcos y kurdos, hermanos. No hay kurdos en el kurdistan, hasta “merhaba” se dice “merhaba” en kurdo. Tras las despedidas, retomamos la etapa hasta Ercis, la carretera parece trazada con tiralíneas. La luz es bonita, pero aprieta el calor. Con las reservas de agua a tope, abandonamos Ercis por una rampa que nos lleva enseguida a una especie de área recreativa, aún junto al lago, en la que vemos familias que pasan la tarde. El sitio es extraño, pues el acceso es por la entrada a la “Ercis Séker Fabrikasi” o lo que viene a ser lo mismo, Fábrica de Azúcar de Ercis. Javi se acerca a uno de los vigilantes, con la ayuda del diccionario y la imaginación, deducimos que podemos hacer noche aquí, pero no antes de las 8, que es cuando cierran el recinto para los visitantes. Mientras tanto, ocultan las bicicletas tras una tapia y nos invitan, cómo no, a un té. Al fin llega la hora convenida y dos de los vigilantes nos acompañan hasta una caseta junto al lago, con un grifo cercano que nos va a venir al pelo para la ducha. Mientras unos cocinan (acompañados ahora por el relevo de la noche), otros nos duchamos y lavamos algo de ropa en la fuente. Finalmente, hemos conseguido que nos dejen tranquilos, con la firme promesa de acercarnos después a tomar un té. Cenamos, pero guardamos el plum-cake para el té, que tomamos con el turno de noche. Son menos habladores que los de tarde, pero gente maja también. Aceptan gustosos el bizcocho y nos invitan a probar las semillas de los melocotones, que extraen golpeando los huesos con una piedra. Tras una breve velada, nos retiramos a la tienda. Son ya las 11 de la noche. |