LUNES 25/07 11ª ETAPA: SALDA GÖLÜ – a 5km del cruce para AFYON (92km/5h 15min) Etapa luzea baina erosoa. Inguruan melokotoi, albarikoke, udareondo eta sagarrondo ugari ditugu. Bidaiak une bereziak oparitzen dizkigu, edozein aitzakia ona da: torlojuak erosi, ura eskatu, itzal baten azpian jaten gelditu…. Buruhauste bakarra, eltxo hodeiak, bereziki aktiboak ilunabarrean. |
Nos levantamos a las 6. El vecino también ha madrugado, se interesa por mi profesión y resulta que él es también profesor. Un par de horas más tarde ya disfrutamos de la agradable temperatura sobre las bicis.
En Yesilova paramos en una ferretería a comprar un tornillo para la parrilla de Javi. La espera se alarga, opto por entrar a la ferretería y allí me encuentro a Javi con dos paisanos que han dado vuelta a dos grandes latas viejas repletas de tuercas, tornillos y cacharrerío en general de todas formas y tamaños, en busca de lo que Javi necesita. Es una excelente excusa para ofrecernos un té e interesarse por nosotros y nuestro viaje, allí sentados, en dos destartaladas sillas en el centro de la caótica tiendecilla. La gestión nos ha llevado más de media hora, al final han encontrado dos tornillos que nos pueden servir y que, por supuesto, nos regalan. No se pueden hacer planes concretos en Turquía, lo mejor es dejar que el tiempo discurra y disfrutar de estos momentos irrepetibles. Seguimos camino entre campos de cereal e intercambiamos saludos con la gente que trabaja en ellos. El trazado es suave y bonito el paisaje. En medio de la nada paramos en un puestecico a comprar 1kg de melocotones y ½ de pasas que paramos a comer un poco después. Al poco, para junto a nosotros un R12 familiar a tope; el conductor se nos acerca con dos vasos de plástico y una botella de leche de Isparta, agria pero muy fresca, entra de maravilla. Después, regresa con un gran trozo de masa de crêpe casero; abrumados por tanta amabilidad, le ofrecemos lo poco que tenemos, pasas de las que hemos comprado un poco más atrás y acepta unas pocas. Continuamos hacia Burdur y comienza la búsqueda de un lugar donde dormir. La carretera general, que viene desde Antalya, no tiene demasiado tráfico a pesar de su importancia. Dejamos atrás el lago de Burdur, al fin encontramos una carretera local que tomamos y nos introduce entre huertas y frutales. Topamos con unos campesinos que cogen agua de una acequia y nos dicen que el agua es buena para beber así que, de momento, llenamos a tope todas nuestras reservas de agua, saciamos la sed y lo mismo hacen los mosquitos mientras tanto. Nos obsequian con manzanas, un poco antes, un paisano al que hemos pedido agua nos ha regalado unas peras. Y cien metros más tarde, nada más pasar las vías del tren, un sendero que sale hacia la derecha, nos conduce, entre huertas y frutales, hasta la sombra de un hermoso cerezo que nos invita a hacer noche. Junto a él, un generoso albaricoquero plagado de maduros y sabrosos frutos. Sólo hay un problema: las nubes de mosquitos que atacan sin piedad. Me tengo que dar una apresurada ducha para cubrirme de “relec”, cenamos unos espaguetis integrales a los que añadimos la lata de “meat balls” que compramos ayer y que, por cierto, ha sido un acierto. De postre, un té de manzana que también nos sorprende. A las 21:00 estamos ya en los sacos, me cuesta un poco conciliar el sueño pero, cuando lo logro, descanso como una profesional. |
MARTES 26/07
12ª ETAPA: desde el cruce – EGIRDIR
(65km/3h 40min)
Deigarria da Turkiako militarizazio maila, ia herri guztietan aurkitzen dugu "jandarma”ren kuartel bat. Ezustekorik gabeko eguna, ez bada Javik izandako zulaketak, gurpilean sartutako arantza batek eginak. Egirdir herri turistikoan bukatu dugu eguna, izen bereko lakuaren ondoan.
12ª ETAPA: desde el cruce – EGIRDIR
(65km/3h 40min)
Deigarria da Turkiako militarizazio maila, ia herri guztietan aurkitzen dugu "jandarma”ren kuartel bat. Ezustekorik gabeko eguna, ez bada Javik izandako zulaketak, gurpilean sartutako arantza batek eginak. Egirdir herri turistikoan bukatu dugu eguna, izen bereko lakuaren ondoan.
A las 5:10 escuchamos la primera llamada a la oración y para las 7:40 abandonamos el campamento, arrastrando más de un picotazo. En la carretera general, aprovechamos la primera gasolinera para reponer agua. La tienda está cerrada, pero el gasolinero nos invita a un té y llenamos los botellines en un depósito de agua fresca. De nuevo en la carretera, tomamos el desvío hacia Konya y pedaleamos por una autovía con buen arcén. Circunvalamos Isparta por una zona moderna de altos edificios afeados por las parabólicas y las placas solares que se acumulan en los tejados. Se hace complicado encontrar un sitio donde comer algo, a las afueras de Isparta hay una gran zona militar vallada que se extiende durante kilómetros. De nuevo recurrimos a una gasolinera para coger agua, hay pocas fuentes por aquí y en esta ocasión nos invitan a “jariguai”. Son especiales las gasolineras en este país, el combustible está muy caro, razón por la cual los escasos coches van siempre a tope, pero ni oír hablar de autoservicio y siempre puedes contar con un refresco o un té gentileza de la casa. En esta ocasión, un conductor se apea de su coche y del capó, saca un balde lleno de albaricoques que reparte entre el personal de la gasolinera y quienes allí estamos. Están extraordinarios, sazonados en el árbol, así que nos llevamos unos cuantos, a pesar del peso extra. La carretera pica un poco hacia arriba y el viento sopla ligeramente en contra, pero el final de la cuesta nos recompensa con una fuente. Una última subida nos deja ante la vista de Egirdir, de su lago con la pequeña península que se introduce en él. La mayor parte de la ciudad es zona militar. Optamos por seguir hacia el pueblo y nos topamos con la oficina de turismo. Un amable paisano nos dice que hay dos campings más en Egirdir, uno en la península. Nos ofrecen pensión, pero nos apetece poner la tienda y sin embargo, sólo encontramos una zona de picnic. Decidimos echarle un ojo al camping que hemos visto anunciado a la entrada, junto a la playa. El sitio nos deja flipados, es una zona habilitada junto a la playa absolutamente tomada por tiendas familiares con sus respectivas familias, pegadas unas a otras, con mucha gente joven, mucho ruido, calor y poco sitio. Así que buscamos una pensión que hemos visto, recomendada por la “Trotamundos”. Nos recibe la sonriente Esma y nos ofrece una soleada habitación, 30 YTL por venir en bicicleta. Es perfecto. Nosotros comenzamos nuestros quehaceres, la colada en mi caso y el enésimo pinchazo en el de Javi (localiza al fin el problema, un pequeño pincho que había pasado desapercibido antes). Nos vamos a la playita que está junto al área de picnic, es de piedra, pero el agua está limpia y a muy buena temperatura. La mayor parte de los bañistas son jóvenes chillones y alguna que otra mujer ataviada con esos trajes de baño de cuerpo entero, con visera y hechos de una tela especial que se seca rápidamente (para que la tortura sea más llevadera, supongo). De vuelta en casa, una ducha y salimos en busca de un lugar donde cenar. Hay un atardecer precioso sobre el lago. Paseando fuera de la península, llegamos hasta el restaurante de la estación de autobuses, en una terraza con bonitas vistas y una ligera brisa. Hemos olvidado el diccionario y el menú, lógicamente, sólo viene en turco. El camarero no habla inglés, así que le pedimos a él que elija por nosotros: aparece con dos platos cubiertos con tres panecillos de pita y bajo ellos, carne a la brasa, arroz y tomate en uno y en el otro, lo mismo, pero con la variante de que también incluye pollo. Damos cuenta de ellos rápidamente, tomamos un té y marchamos, tras pagar 12,5YTL. No había cerveza, así que hemos tenido que conformarnos con agua. El paseo hasta la pensión nos ayuda a bajar la cena. |
MIERCOLES 27/07
13ª ETAPA: EGIRDIR – KOVADA GÖLÜ – EGIRDIR
(70km/3h 50min)
Atseden egun erlatiboa, 70 km egiten ditugulako. Leku polita da Kovada Gölu, merezi du ibilaldiak.
13ª ETAPA: EGIRDIR – KOVADA GÖLÜ – EGIRDIR
(70km/3h 50min)
Atseden egun erlatiboa, 70 km egiten ditugulako. Leku polita da Kovada Gölu, merezi du ibilaldiak.
Hemos decidido acercarnos al Kovada Gölü así que, tras el delicioso desayuno (tomate, pepino, huevo cocido, mantequilla, extraordinaria mermelada de cerezas casera, pan, café), avisamos que nos quedaremos un día más en la pensión y que cenaremos en ella. Salimos dirección al lago, a 4km de Egirdir, tomamos un desvío a la derecha y entramos en un precioso valle plantado de frutales y con altas montañas a ambos lados (a la derecha, en algún punto, debe estar la estación de esquí). Llegamos al desvío a la izquierda que entra hacia el lago, donde un cartel tallado en madera nos avisa de que entramos en el Parque de Kovada Gölü. Tras una curva, aparece sin previo aviso el lago, sorprendentemente bonito, flanqueado de montañas y en el que unas fochas parecen darnos la bienvenida. Continuamos por la estrecha carretera que discurre paralela a la orilla hasta una zona de parking con baños, mesas y carteles informativos de la flora y fauna del lugar. Seguimos un sendero de escasos 500 metros que nos lleva hasta un mirador de madera, sobre el agua, ocupado por unos pescadores. En el camino, hay una gran variedad de árboles con su nombre tallado en madera, en turco y latín. Hace mucho calor, pero el agua no invita al baño, tiene un extraño color marrón que nos mantiene alejados de ella. Optamos por tumbarnos a la sombra de un platanero, medio sesteamos un rato y decidimos regresar. De nuevo en el parking del lago, entramos en el bar restaurante con intención de tomar un refresco. Nos lo sirve la hija mayor de la familia, el padre se ha sentado con nosotros y nos cuenta que le pagan por vigilar el. Nos enseña fotos del lago en invierno, con una capa de hielo que dice es de 40cm, otras con nieve y alguna en primavera. Es una zona de clima extremos, con inviernos muy fríos (especialmente, el viento, según cuenta) y veranos sofocantes. Se interesa por nuestro destino de mañana y nos recomienda la carretera de Aksu para ir a Beysehir, asfaltada y en buen estado, a pesar de no aparecer en el mapa. Es un recorrido montañoso, pero nos asegura que merece la pena. Nos despedimos e iniciamos el regreso. Tenemos el viento en contra y la carretera pica un poco hacia arriba, así que se hace durillo. Lo primero, reponer la bombona de gas, después, una Tuborg de medio litro con patatas fritas. Nos entretenemos en el mercado de pescado viendo las enormes carpas y otras especies de agua dulce que desconocemos, así que llegamos a la pensión con el tiempo justo para ducharnos antes de la cena. El menú de hoy, ensalada, sopa, pescado rebozado y pimientos rellenos de arroz. Eso sí, ni postre ni té, cosa que nos extraña. Es curioso que, justo hoy, que hemos pedaleado sin alforjas, es el día que más notamos el cansancio así que, a pesar del calor que hace en la habitación, enseguida nos quedamos dormidos. |
JUEVES 28/07
14ª ETAPA: EGIRDIR – YENISARBADEMLI (a unos 7km)
(64km/4h 40min)
Ziurrenik, orain arte egin dugun etaparik gogorrena, baina baita politena ere, goi mendikoa, 2000 metrotik gorako mendietan barrena, errepide lasai batetik, ia trafikorik gabekoa.
14ª ETAPA: EGIRDIR – YENISARBADEMLI (a unos 7km)
(64km/4h 40min)
Ziurrenik, orain arte egin dugun etaparik gogorrena, baina baita politena ere, goi mendikoa, 2000 metrotik gorako mendietan barrena, errepide lasai batetik, ia trafikorik gabekoa.
Me he vuelto a dormir tras la llamada de las 5 y son las 6:15 cuando comenzamos los preparativos, dejando todo listo a la hora del desayuno. Es un lugar totalmente recomendable y el matrimonio es muy amable, ella se despide con un par de besos.
Son las 8 de la mañana cuando paramos a comprar dos roscos de sésamo a la vendedora de ayer, que nos recuerda y nos hace el gesto con la mano de “güzel” y es verdad que están muy ricos. De camino, pocos metros más adelante del cruce que tomamos ayer, cogemos el desvío hacia Aksu. Nos desayunamos un puerto duro que nos lleva hasta a varios puestos de venta de miel, cercanos a las colmenas. Sacamos todas las fotos que no habíamos hecho en días anteriores. Paramos en un alto, las vistas son extraordinarias. Tras un breve descanso bajo un pino, iniciamos con precaución el descenso, pues la carretera está bastante mal, con un chapucero y reciente parcheado. Pasamos de largo una primera fuente y llegamos a un área de picnic, con dos fuentes e incluso mesas y bancos de madera bajo unos chopos. Una familia turca disfruta de su barbacoa, un joven nos invita a comer sandía, fresca y sabrosa, con la familia (suegros, mujer, dos hermanos y dos hijos). Las mujeres, como es habitual, con un sobrepeso increíble que las avejenta, probablemente facilitado por el disimulo que proporcionan las amplias túnicas que visten. Tras la sobremesa, recogen y marchan a un camping que parece que hay a tres kilómetros, carretera arriba y en el que nos dice que hay unas 40 familias extranjeras que se quedan 2 ó 3 días para hacer monte. Parece increíble que tanta gente y tantos bártulos puedan entrar en una furgoneta. Quedamos al fin solos con el agradable sonido del viento en los árboles y el no tan sonoro mugido de las vacas. Escogemos el lugar más discreto para la tienda y llenamos el depósito en la fuente para la ducha, que colocamos al sol para que se caliente algo el agua. Limpios y frescos, cenamos espaguetis con una lata de berenjenas con tomate, muy rico. De postre, una infusión de té de manzana. Hacia las 9 ya estamos descansando, nos hemos levantado a las 6 y la etapa ha sido dura. |
VIERNES 29/07
15ª ETAPA: YENISARBADEMLI – BEYSEHIR
(70km/4h)
Errepidea egoera txarrean dago hasieran, baina horrek ez digu paisaia menditsuaz gozatzea eragozten. Beysehir lakuaren ingurua ere ederra da:, buztinaren kolore gorri bizia, ehun urteko sabinak,… baina urak ez du bainura gonbidatzen eta Beysehir hiria handiegia da. Kanpatzeko gune batean amaitu dugu eguna.
15ª ETAPA: YENISARBADEMLI – BEYSEHIR
(70km/4h)
Errepidea egoera txarrean dago hasieran, baina horrek ez digu paisaia menditsuaz gozatzea eragozten. Beysehir lakuaren ingurua ere ederra da:, buztinaren kolore gorri bizia, ehun urteko sabinak,… baina urak ez du bainura gonbidatzen eta Beysehir hiria handiegia da. Kanpatzeko gune batean amaitu dugu eguna.
Esta vez no es la llamada a la oración la que nos despierta, sino las vacas que nos rondan. Aun así, son las 7 cuando nos levantamos, hemos descansado bien y tranquilos. Mientras desayunamos, llegamos a contar hasta media docena de picos carpinteros, no había visto nunca tantos juntos. La luz de la mañana es perfecta para la fotografía y la aprovechamos y sobre las 8:30, cuando los encargados de mal asfaltar la carretera comienzan su trabajo abandonamos con pena este perfecto lugar de acampada. Descendemos despacio porque el firme no es bueno y también porque merece la pena detenerse un poco a contemplar las montañas. Es un recorrido de gran belleza. Dejamos atrás Yenisarbademli y Yesildag. Abandonamos ahora el paisaje de montaña y lo cambiamos por el no menos hermoso lago de Beysehir. Nos rodea el monte mediterráneo, con tierra roja y roca caliza, en la que asoman sabinas centenarias. La carretera serpentea junto al lago en un recorrido desigual. A cierta distancia, el agua refleja diferentes tonos de azul e invita al baño pero, de cerca, la cosa cambia, hay mucho carrizal en la orilla y no apetece siquiera descalzarse. A medida que vamos alejándonos del lago, la carretera comienza a ascender y entramos en zona de cereal. A lo lejos asoma Beysehir, una ciudad más grande de lo que esperábamos, con casi 50.000 habitantes. Entramos buscando la oficina de turismo, pero este pueblo carece de encanto. A pesar de ello, hace calor y hemos decidido dar por finalizada la etapa y quedarnos en el motel-camping que hemos vista al entrar. De camino, sin embargo, vemos un cartel que anuncia el “Yakamonasteri Dinlemne Yeri”, que viene a ser algo así como un área de descanso y probamos suerte. Dos kilómetros de estrecha carretera y cuesta más o menos pronunciada nos separan del área de descanso, con mesas, fuente, un chiringuito donde tomar un refresco, un restaurante y varias familias turcas de picnic. Cobran entrada, pero nosotros hemos librado, hay parcelas majas y preguntamos al chico que cobra la entrada si sería posible acampar. No hay ningún problema, son 5YTL por persona; nos informa, además, de que en el restaurante el pescado es muy bueno. Elegimos un lugar con buenas vistas sobre el lago y una mesa cercana. Es ahora el momento de darse una ducha, los baños están a la entrada de este lugar, descuidados, como es norma, las puertas rotas y sin cristales, pero se puede colgar el depósito con facilidad. Nos decidimos a cenar en el restaurante (entre otras cosas, no hemos comprado nada y no nos apetece bajar de nuevo a Beysehir). La oferta es escasa, ensalada y pescado (esta tarde le han traído una gran caja repleta de enormes carpas o algo similar). La comida se hace esperar, la ensalada es la habitual y el pescado, frito a conciencia, está bastante seco y tiene poco sabor, pero tenemos tanta hambre que sólo quedan las raspas. Para beber, cerveza. Con esto, damos por finalizada la jornada de hoy. |