MIÉRCOLES 31/03 4ª ETAPA: VALLE DEL TATA - TATA (60km/3h 20min) Erosoa da ibilbidea, errepideak ibaiaren ibilgua jarraitzen du Souk Tieta de Tagmoute herriraino. Bertan, palmondoen babesa galdurik, itxurazko sumendi baten laupabost kilometroko diametroko krater batean sartuko gara. Mendiz inguratuta gaude, hona nondik sartu ezta nondik aterako ere ez da sumatzen. Baina bai, mendien arteko korridore luze batetik aterako gara, eroso, nahiz eta tenperaturak nabarmen gora egin. Ezer aipatzekorik gertatu gabe, Tatara helduko gara. Para las 9 ya estamos en marcha. El valle es fértil, está recorrido por acequias. Se ven mujeres recogiendo no sabemos bien qué, dispersas en las laderas, en lugares inverosímiles a los que difícilmente llegarían las cabras. Enseguida entramos en Souk Tieta de Tagmoute. Encontramos una “Gite d’etape”, agradable (14€/habitación). Dejamos atrás el siguiente pueblo, Tieta de Tagmoute, por una carretera casi sin curvas que atraviesa un paisaje tipo sabana, semidesértico. El cauce del río es ancho, pero nos preguntamos cuándo vio el agua por última vez. Salimos del “cráter” y entramos en un largo corredor entre montañas de pliegues caprichosos, de diferentes tonalidades y texturas. Es un paisaje asombroso. El recorrido es cómodo, tan sólo alguna leve pendiente de vez en cuando. Quedan 10km hasta Tata, que cubrimos con rapidez. Nos alojamos en el “Hotel Renaissance”, donde conseguimos habitación doble por 150. Hacemos algo de colada, aprovechando la temperatura y la terraza, perfecta para secarla. Tras un breve descanso, salimos a dar un paseo, callejeamos en busca de fruta y dátiles. Tenemos suerte con lo primero, pero no con lo segundo, parece que dátiles sólo hay en verano. Estamos a la mesa de un restaurante a las ocho. Nos traen las cervezas envueltas en papel. En un reloj de la calle principal vemos que marca las 19:30, una hora menos que en los nuestros: en Marruecos no cambian la hora, lo cual quiere decir que los supuestos retrasos, eran más bien adelantos nuestros. Y al fin llega la cena, el pollo se les ha quemado un poco, los hemos comido mejores. Pagamos 100dh por los dos platos y 80 por 4 cervezas. Ha quedado una noche muy agradable, hace brisa y la temperatura ha pasado de los 42º del mediodía, a 24. Pasamos junto a un pequeño autobús lleno de mujeres, van de fiesta parece, lanzan esos gritos tan especiales que hacen las saharauis con la lengua, hay música, ríen,… la verdad es que dan envidia. Hay bastante turismo macarra estatal, de 4x4 y “walkie-talkie”. No son los más apreciados, pues no dejan mucho dinero. Ya en la habitación, hace calor, pero hay ruido en el exterior y no se puede dormir con la ventana abierta. JUEVES 1/04 5ª ETAPA: TATA – TISGUI IDA OU BALLOU (78km/5h 40min) Luzea egin zaigu gaurko etapa, nik aski eta soberan izan ditut azkenengo 10 kilometroak. Nekeari, egun osoan zehar “lagun” izan dugun haizea gehitu behar zaio, gehienetan suabe baina kontrakoa beti. Amaieran zakartu egin da, eguna nabarmen gogortuz. Gainontzean, atzo lez, paisaia egundokoa, atzo hegoalderantz gindoazela eskuinaldean genituen mendiek, bertatik behatu egiten gaituzte gaur ere, mapan gora joanda. Errepidea ere, gora doa haran zabal baten hondotik, lasai asko, ibai baten ibilgu lehorra jarraitzen. Noizean behin, aldatsaren batek zutik joaten behartu gaitu baina, orokorrean, ez da oso perfil gogorra izan. Hemos desayunado en la terraza del hotel: café con leche, croisants, zumo, pan, mermelada, aceite, miel,… Con una botella de agua, nos ponemos en marcha. Nos aseguran que en Imitek, a unos 35km, podremos encontrar pan y agua. Al salir, dudamos en un cruce, pero un policía nos indica el camino, Pregunta que de dónde somos y sonríe, escéptico, cuando le contestamos que “vascos”. Hacemos rápidamente el camino a Imitek. Tomamos té, compramos agua y pan, aunque éste nos lo han conseguido “in extremis” y es de ayer, no hay pan en Imitek. Seguimos camino, el calor aprieta. Un “golf” con matrícula italiana pero conductor marroquí, se detiene junto a nosotros, algo nos ofrece. Baja del coche, abre el maletero, imaginamos que sacará algo de comer o beber (estamos en el medio de una larga recta, el sol golpea con intensidad), pero no, nos quiere regalar… ¡un paquete de Marlboro! Curioso. Vamos haciendo hambre y conseguimos encontrar una sombra, cosa nada fácil en estos lares. Comemos el bocata bajo una acacia y reanudamos la marcha. El calor se aguanta mejor pedaleando, el perfil sigue siendo suave. Nos detenemos en un pozo a refrescarnos, unas chicas que sacan agua nos la ofrecen, curiosas y amables. Vamos en busca de Tisgui Ida ou Ballou y resulta ser un pueblo con menor oferta de la esperada. El tendero de la única tiendecilla no es la alegría de la huerta, compramos 3 botellas de agua (la primera, la bebemos allí mismo), unas galletas y unas barras de cacahuetes y caramelo contra el hambre en el mundo. Lo que no hay, es pan. Marta cree recordar de su viaje con Rai y Txelo que, algo más adelante, hay unas cuantas tiendas, las típicas de aquí, una construcción única de planta baja en la que se abren tantas puertas como pequeños comercios se esconden detrás. El viento sopla ahora con fuerza y el día avanza, urge localizar un lugar en el que acampar. Las tiendas, efectivamente, existen, tomamos un té y conseguimos un poco de pan. 3 ó 4km más adelante, campo a través, buscamos refugio tras un espinoso arbusto en un secarral donde sólo nos acompaña el pastor y sus cabras. Poco después, se acercan tres chavales a curiosear, pedir algo (“done moi…”), aunque acaban ofreciéndonos cenar con ellos. Con la intimidad aparentemente garantizada, nos duchamos. Después, la cena (espaguetis con ajos y bonito y té con galletas) y a dormir. |
VIERNES 2/04 6ª ETAPA: TISGUI IDA OU BALLOU – IGHERM (44km/3h 55min) Orain arteko bidaiaren etaparik motzena, baina gogorrena ere. Lehenengo 12 kilometroetan, Issafen herriraino, eroso ibili gara baina, hemendik aurrera, bideak lehertu egin gaitu, jaitsiera azkar guztien atzetik, aldats mingarriak genituen zain. Zorionez, azkenengo 10 kilometroak gora ere joan arren, leunagoak dira. Paisaia aldatu da, menditsua da, baina ez horren txundigarria. Herrixka mimetikoek errelebua hartu dute mendi magaletan eta haietako batzuek, nahiko egoera onean mantentzen dute “kashbah” oraindik ere. Ordu biak inguru heldu gara Ighremera. Por la mañana hace fresco y hay alguna nubecilla. La primera parada es rápida, en Issafen, donde redesayunamos Desde aquí, lo dicho, a sufrir, no sé qué es lo que más me duele, si el culo o las piernas (al final de la etapa, me decanto por el primero). Marta va como un tiro. Vamos dejando atrás varios pueblecillos que, aunque no aparecen en el mapa, tienen alguna tasquilla para tomar un refresco. Entramos a Igherm habiendo sufrido yo menos de lo esperado y, al olor de las barbacoas, paramos a comer una parrillada de carne de ternera con cebolla y tomates asados, rica aunque algo sosa. De postre, té sin menta. Vamos en busca de alojamiento y la oferta no es grande. Optamos por el “Hotel Rendez-Vous”, una habitación cutrecilla con un ventanuco que se abre a un patio interior, con baño y ducha comunitarios, por 60dh. Tras la ducha (chancletas, imprescindibles), damos un paseo. El pueblo está bastante parado y descuidado en general. Cogemos la carretera que tomamos hace unos días para ir a Tata, hay grupos de mujeres por las colinas cercanas, paseando, sentadas,… Los hombres están todos en los bares, de tertulia, tomando un té o atendiendo sin gran esfuerzo sus pequeños negocios (¿cómo puede dar para todos?). Descansamos un rato, sentados en una roca, en una colina desde la que se divisa todo el pueblo. Somos, cómo no, el centro de atención de las mujeres y niños que pasean por acá. Volvemos a la habitación, dormitamos un poco y a las 20:00, bajamos a cenar al restaurante del hotel. Pedimos “omelette bereber” recordando algunas que hemos comido en este país, pero es un fiasco: un par de huevos con yema descolorida, sin sal y unos guisantes de adorno, muy triste. Nos acercamos después hasta la plaza, hay poco movimiento y a las nueve ya estamos en el sobre. |