JUEVES 14/11/2013
5ª ETAPA: CAMPING MALALCURA – ANTUCO
(18km)
30km egin ditugu, azkenik kanpinetik 18km besterik ez urruntzeko. Euriak barra-barra hasi du eta buelta eman behar izan dugu eta aterpea bilatu Antuco herrian. Ez dago inolako arazorik, astia dugu eta.
Lo que eran cuatro gotas de madrugada, se ha convertido en fuerte chaparrón a las siete de la mañana. Algo de agua nos ha entrado, quizás deberíamos haber invertido en otra nueva para este viaje. Y son las 11:30 cuando comenzamos a pedalear. Echamos la vista atrás y ahora que las nubes se han disipado algo, vemos que esta noche ha nevado no muy por encima de donde anduvimos ayer (a unos 1300m) ¡Cómo cambia el tiempo de un día para otro! Llegamos rápidamente a Antuco pero apenas 5km más allá, comienza a llover con intensidad. Afortunadamente, a ambos lados de la carretera hay casetas (paradas de bus) que nos ofrecen cobijo no sólo a nosotros, sino también a nuestras bicicletas. En una de ellas permanecemos durante hora y media, hasta que un trabajador de la carretera nos dice que apenas 500m más adelante hay una hospería “económica” y que también encontraremos alojamiento en Antuco. Nos cuenta también que van a asfaltar el camino hasta La Laja y la pista de Polcura, la que hicimos nosotros.
Está lloviendo con fuerza y no tiene trazas de parar, así que aprovechamos una tregua para acercarnos a la hostería, una finca en la que alquilan cabañas, elegantes por fuera. Sin embargo, aparte de dos perros, no hay nadie con quien negociar y ajustando el ritmo a otra tregua, desandamos rápidamente el trecho pedaleado hasta Antuco. Nos alojamos en las “Cabañas Puelche” (también es ferretería), por 16.000CHL, con baño compartido. Acertamos, porque tenemos también a nuestra disposición una sala con estufa y cocina bien provista para prepararnos la cena.
De momento, son las 18:30 y se abren tímidos claros. ¿Los definitivos? Hacemos planes para los próximos días, quizás vayamos a Temuco y desde allí, a Melipeuco para subir hacia Curacautín, el camino que nos recomendó Paco y que, aunque exigente, parece merecer la pena.
Aunque los claros no eran los definitivos, salimos de compras. Hoy cenaremos hamburguesa de pollo con guarnición de verduras (calabacín o “zapallito italiano”, pimiento rojo y cebolla), sopa de pollo y yogur con “frutillas” (fresas). Suculento. Entre chaparrón y chaparrón, nos acercamos al bar del pueblo, un lugar lúgubre y apagado, con fotos de “macizas” en bikini pegadas en las paredes. Un pequeño mostrador de madera nos recibe, con una camarera detrás, pasamos a una sala contigua con varias mesas, TV y una máquina de música carente por completo de “glamour” (los CDs han sustituido a los “singles”). Tomamos dos cervezas, Cristal y Escudo, flojas ambas, a 700CHL.
De vuelta en casa, preparamos la suculenta cena, regada con un tinto Urmeneta chileno que no está nada mal. Aunque el gas parece que “pierde gas” a mitad de la faena, la cosa no resulta mal, a pesar de la consistencia “gomosa” de las hamburguesas.
La siguiente tarea consiste en parchear la tienda de campaña con cinta americana. Queremos reforzar unas cuantas costuras, pues parece ser por ahí por donde pasa el agua. Terminada la faena, no es probable que ganara un premio de diseño industrial, pero si funciona, me río yo de los peces de colores.
A las 00:15 del ya viernes 15, finalizo estas notas.
5ª ETAPA: CAMPING MALALCURA – ANTUCO
(18km)
30km egin ditugu, azkenik kanpinetik 18km besterik ez urruntzeko. Euriak barra-barra hasi du eta buelta eman behar izan dugu eta aterpea bilatu Antuco herrian. Ez dago inolako arazorik, astia dugu eta.
Lo que eran cuatro gotas de madrugada, se ha convertido en fuerte chaparrón a las siete de la mañana. Algo de agua nos ha entrado, quizás deberíamos haber invertido en otra nueva para este viaje. Y son las 11:30 cuando comenzamos a pedalear. Echamos la vista atrás y ahora que las nubes se han disipado algo, vemos que esta noche ha nevado no muy por encima de donde anduvimos ayer (a unos 1300m) ¡Cómo cambia el tiempo de un día para otro! Llegamos rápidamente a Antuco pero apenas 5km más allá, comienza a llover con intensidad. Afortunadamente, a ambos lados de la carretera hay casetas (paradas de bus) que nos ofrecen cobijo no sólo a nosotros, sino también a nuestras bicicletas. En una de ellas permanecemos durante hora y media, hasta que un trabajador de la carretera nos dice que apenas 500m más adelante hay una hospería “económica” y que también encontraremos alojamiento en Antuco. Nos cuenta también que van a asfaltar el camino hasta La Laja y la pista de Polcura, la que hicimos nosotros.
Está lloviendo con fuerza y no tiene trazas de parar, así que aprovechamos una tregua para acercarnos a la hostería, una finca en la que alquilan cabañas, elegantes por fuera. Sin embargo, aparte de dos perros, no hay nadie con quien negociar y ajustando el ritmo a otra tregua, desandamos rápidamente el trecho pedaleado hasta Antuco. Nos alojamos en las “Cabañas Puelche” (también es ferretería), por 16.000CHL, con baño compartido. Acertamos, porque tenemos también a nuestra disposición una sala con estufa y cocina bien provista para prepararnos la cena.
De momento, son las 18:30 y se abren tímidos claros. ¿Los definitivos? Hacemos planes para los próximos días, quizás vayamos a Temuco y desde allí, a Melipeuco para subir hacia Curacautín, el camino que nos recomendó Paco y que, aunque exigente, parece merecer la pena.
Aunque los claros no eran los definitivos, salimos de compras. Hoy cenaremos hamburguesa de pollo con guarnición de verduras (calabacín o “zapallito italiano”, pimiento rojo y cebolla), sopa de pollo y yogur con “frutillas” (fresas). Suculento. Entre chaparrón y chaparrón, nos acercamos al bar del pueblo, un lugar lúgubre y apagado, con fotos de “macizas” en bikini pegadas en las paredes. Un pequeño mostrador de madera nos recibe, con una camarera detrás, pasamos a una sala contigua con varias mesas, TV y una máquina de música carente por completo de “glamour” (los CDs han sustituido a los “singles”). Tomamos dos cervezas, Cristal y Escudo, flojas ambas, a 700CHL.
De vuelta en casa, preparamos la suculenta cena, regada con un tinto Urmeneta chileno que no está nada mal. Aunque el gas parece que “pierde gas” a mitad de la faena, la cosa no resulta mal, a pesar de la consistencia “gomosa” de las hamburguesas.
La siguiente tarea consiste en parchear la tienda de campaña con cinta americana. Queremos reforzar unas cuantas costuras, pues parece ser por ahí por donde pasa el agua. Terminada la faena, no es probable que ganara un premio de diseño industrial, pero si funciona, me río yo de los peces de colores.
A las 00:15 del ya viernes 15, finalizo estas notas.
VIERNES 15/11/2013
6ª ETAPA: ANTUCO – PANAMERICANA
(88km/5h)
“¡Que les vaya recio!”, horrela agurtu gaitu ostatuko jabe atseginak. Eta benetan “recia” izango da gaurko etapa, ibilbidea laua izan arren. Los Angeles hiritik 25 kilometrotara lasai eta fresko ibili gara (egunaren amaieran kendu ahal izan dugu mahuka luzea), baina handik hiriraino, zoramena izan da, trafiko handia eta arriskutsua, bidertzerik gabeko errepidean eta baita haize gogorra ere. Buelta eman eta “Panamericana”n sartu gara, aukeren artean, hoberena. Ez da ziklo-bidaiari baten ametsa baina lasai joan gara behintzat. Eta atzo esan ziguten bezala, Los Angeleseraino, “puro pino”.
Parece que hemos amanecido en otro país, el sol brilla radiante en lo alto, tan sólo algunas nubes para dar contraste. Se aprecia que ayer continuó nevando en los altos. Y del camino hasta Los Ángeles, pues un horror, los últimos 25 especialmente, con mucho y demasiado rápido tráfico. Observamos que en Chile hay quien maneja “plata”, tan sólo hay que fijarse en las mansiones que nos escoltan a la entrada de esta gran ciudad, diferente a lo visto hasta ahora, más globalizada y acorde con los precios que estamos (pagando tanto en supermercados como en pequeñas tiendas), grandes superficies comerciales, franquicias de todo tipo, lujosos y potentes 4x4, incluso en el vestir se refleja este nivel de vida.
Comemos en un parque, cogemos gasolina (la más cara, a ver si acabamos de una vez con los problemas domésticos) y con la ayuda del GPS, salimos por la “180” hacia Angol. Pero lo que el aparato no nos cuenta, es que es un suicidio circular por esta carretera, no hay arcén, el tráfico de camiones es continuo y ni ellos ni los coches parecen dispuestos a respetarnos, en apenas 500m, tenemos que tirarnos a la cuneta en un par de ocasiones. En una gasolinera nos confirman que esto seguirá así hasta Angol, así que retrocedemos y nos metemos en la “5”, es decir, en la Panamericana.
Circulamos contra el viento (llevamos así todo el día) unos 20km, llevamos ya más de 85 recorridos y salimos en un peaje. Tomamos un camino polvoriento con más tráfico que la autopista (parece que lleva a un gran “fundó”, una hacienda). Solicitamos asilo a cuatro mujeres: la primera no nos conoce y no se fía (después dice que el permiso tiene darlo el propietario y que no está); la segunda, que todo el terreno lo tiene sembrado; la tercera recurre también al propietario; la cuarta, nos remite a otro lugar donde, al parecer, tienen una parcela tipo “camping”. Y cuando allá vamos, la tercera mujer nos dice que el marido ha dicho que sí y nos acomoda en una campa que linda con la huerta, bastante irregular, pero nos sirve.
Duchados y cenados, con la compañía del viento, tenemos dónde descansar. Hoy hemos seguido “catando” lo que supone luchar contra el viento y, una vez más, comprobamos que, quien más da, es habitualmente quien menos tiene.
6ª ETAPA: ANTUCO – PANAMERICANA
(88km/5h)
“¡Que les vaya recio!”, horrela agurtu gaitu ostatuko jabe atseginak. Eta benetan “recia” izango da gaurko etapa, ibilbidea laua izan arren. Los Angeles hiritik 25 kilometrotara lasai eta fresko ibili gara (egunaren amaieran kendu ahal izan dugu mahuka luzea), baina handik hiriraino, zoramena izan da, trafiko handia eta arriskutsua, bidertzerik gabeko errepidean eta baita haize gogorra ere. Buelta eman eta “Panamericana”n sartu gara, aukeren artean, hoberena. Ez da ziklo-bidaiari baten ametsa baina lasai joan gara behintzat. Eta atzo esan ziguten bezala, Los Angeleseraino, “puro pino”.
Parece que hemos amanecido en otro país, el sol brilla radiante en lo alto, tan sólo algunas nubes para dar contraste. Se aprecia que ayer continuó nevando en los altos. Y del camino hasta Los Ángeles, pues un horror, los últimos 25 especialmente, con mucho y demasiado rápido tráfico. Observamos que en Chile hay quien maneja “plata”, tan sólo hay que fijarse en las mansiones que nos escoltan a la entrada de esta gran ciudad, diferente a lo visto hasta ahora, más globalizada y acorde con los precios que estamos (pagando tanto en supermercados como en pequeñas tiendas), grandes superficies comerciales, franquicias de todo tipo, lujosos y potentes 4x4, incluso en el vestir se refleja este nivel de vida.
Comemos en un parque, cogemos gasolina (la más cara, a ver si acabamos de una vez con los problemas domésticos) y con la ayuda del GPS, salimos por la “180” hacia Angol. Pero lo que el aparato no nos cuenta, es que es un suicidio circular por esta carretera, no hay arcén, el tráfico de camiones es continuo y ni ellos ni los coches parecen dispuestos a respetarnos, en apenas 500m, tenemos que tirarnos a la cuneta en un par de ocasiones. En una gasolinera nos confirman que esto seguirá así hasta Angol, así que retrocedemos y nos metemos en la “5”, es decir, en la Panamericana.
Circulamos contra el viento (llevamos así todo el día) unos 20km, llevamos ya más de 85 recorridos y salimos en un peaje. Tomamos un camino polvoriento con más tráfico que la autopista (parece que lleva a un gran “fundó”, una hacienda). Solicitamos asilo a cuatro mujeres: la primera no nos conoce y no se fía (después dice que el permiso tiene darlo el propietario y que no está); la segunda, que todo el terreno lo tiene sembrado; la tercera recurre también al propietario; la cuarta, nos remite a otro lugar donde, al parecer, tienen una parcela tipo “camping”. Y cuando allá vamos, la tercera mujer nos dice que el marido ha dicho que sí y nos acomoda en una campa que linda con la huerta, bastante irregular, pero nos sirve.
Duchados y cenados, con la compañía del viento, tenemos dónde descansar. Hoy hemos seguido “catando” lo que supone luchar contra el viento y, una vez más, comprobamos que, quien más da, es habitualmente quien menos tiene.
SÁBADO 16/11/2013
7ª ETAPA: PANAMERICANA – PAILAHUENQUE (PAN km 590)
(85km/6h)
Ez dut uste gaurko etapa gogoangarria izango denik: autobide batetik pedalak ematea, eukalipto edota pinu sailek inguratuta, ez da gauzarik ziklo-bidaiari bati opa diodana. Araucaniako sarrera gorabeheratsua da, lasaitzeko kilometroak pasa ahala. haizeak moduan (estutu bai, baino ito ez). Ercilla herria atzean utzita, adiskidetu egin gara paisaiarekin: atzealdean, mendi tontor elurtuta eta zelai berde kolorekoak, bertoko zuhaitzek zipriztinduta.
Tras las tareas habituales, a las 9:15 ya estamos en marcha, habiéndonos despedido de nuestros anfitriones (la verdad, es que casi no les hemos tratado), que no han querido cobrar nada. Al marchar, topamos con un paisano que se lleva dos grandes carteles electorales (de Urruticoechea) a casa, de recuerdo. Como dice, “lo mismo da quién gane, igual nos va a tocar trabajar”.
Y nada destacable en el camino, la primera parada es en Callipulli, que recuerda a un ruidoso y polvoriento poblado mexicano. Seguimos sin novedad hasta Ercilla, donde un cartel de bienvenida anuncia un camping que, en realidad, no existe. Andamos buscando uno del que nos han hablado en Callipulli y lo encontramos unos 5km más adelante. La paisana nos recibe con oferta de descuento (normalmente cobra 4000/persona, nos lo deja en 2500). El camping está cerrado hasta diciembre pero, aún así, nos acoge. Es muy bonito, un oasis de vegetación, con piscina, praderas en las que pastan obedientes ovejas, un sitio muy agradable… con ducha de agua fría y sin luz para cenar.
Se nos ha hecho un poco tarde, no hemos reflexionado a pesar de que mañana es jornada electoral. Ganará posiblemente Bachelet, aunque no está claro que lo consiga en la primera ronda.
7ª ETAPA: PANAMERICANA – PAILAHUENQUE (PAN km 590)
(85km/6h)
Ez dut uste gaurko etapa gogoangarria izango denik: autobide batetik pedalak ematea, eukalipto edota pinu sailek inguratuta, ez da gauzarik ziklo-bidaiari bati opa diodana. Araucaniako sarrera gorabeheratsua da, lasaitzeko kilometroak pasa ahala. haizeak moduan (estutu bai, baino ito ez). Ercilla herria atzean utzita, adiskidetu egin gara paisaiarekin: atzealdean, mendi tontor elurtuta eta zelai berde kolorekoak, bertoko zuhaitzek zipriztinduta.
Tras las tareas habituales, a las 9:15 ya estamos en marcha, habiéndonos despedido de nuestros anfitriones (la verdad, es que casi no les hemos tratado), que no han querido cobrar nada. Al marchar, topamos con un paisano que se lleva dos grandes carteles electorales (de Urruticoechea) a casa, de recuerdo. Como dice, “lo mismo da quién gane, igual nos va a tocar trabajar”.
Y nada destacable en el camino, la primera parada es en Callipulli, que recuerda a un ruidoso y polvoriento poblado mexicano. Seguimos sin novedad hasta Ercilla, donde un cartel de bienvenida anuncia un camping que, en realidad, no existe. Andamos buscando uno del que nos han hablado en Callipulli y lo encontramos unos 5km más adelante. La paisana nos recibe con oferta de descuento (normalmente cobra 4000/persona, nos lo deja en 2500). El camping está cerrado hasta diciembre pero, aún así, nos acoge. Es muy bonito, un oasis de vegetación, con piscina, praderas en las que pastan obedientes ovejas, un sitio muy agradable… con ducha de agua fría y sin luz para cenar.
Se nos ha hecho un poco tarde, no hemos reflexionado a pesar de que mañana es jornada electoral. Ganará posiblemente Bachelet, aunque no está claro que lo consiga en la primera ronda.
DOMINGO 17/11/2013
8ª ETAPA: PAN km 590 – TEMUCO
(86km/5h 20min)
Atzoko paisaia errepikatu egiten da gaur ere, zereal eta soja eremu amaiezinak, pinu eta eukalipto landaketak, hamaika kartel erraldoi pestizidak, ongarri kimikoak edota ekarpen nutritiboak bazkarako iragarriz… batek daki zer jaten dugun Txileko txuletoi famatuak dastatzean! Oso alde industrializatua da, batez ere Lautaro herri ingurukoa, egur lantegiek ezkutatuta. Oso errez eta arin sartu gara Temucon, bidegorria ere badago.
Hoy es jornada electoral y la mujer del camping nos dice que han cortado la carretera en las cercanías de Ercilla, una zona de habituales reivindicaciones mapuches. El día está fresco, perfecto para pedalear, incluso parece que el viento sopla más suave. No hay mucho que destacar, salvo que el tráfico es menos intenso que ayer en la panamericana. Habíamos pensado buscar un lugar para dormir antes de Temuco, pero igual es mejor entrar hoy domingo, supuestamente los accesos estarán más tranquilos.
Hacemos una parada en Lautaro, llevamos una buena media, ya hemos andado casi 60km y no han pasado ni cuatro horas. A falta de 18km, la carretera se bifurca hacia Puerto Montt y Temuco. Y nos recibe una ciclovía que nos adentra en la ciudad. Hay que adentrarse sin embargo en la calzada, afortunadamente, hay poco coche, porque son también poco respetuosos. Dirigimos nuestros pasos hacia el “Hostal Klickmann”. No pinta bien por fuera, pero sorprende el interior, agradable y cálido. Cogemos una habitación con baño compartido (23.600CHL, desayuno incluido). Perfecto para el día de descanso que vamos a regalarnos.
Eran alrededor de las siete cuando hemos llegado; una ducha y salimos en busca de un lugar donde cenar (si puede ser “verde”, mejor que mejor). Tenemos varias referencias, pero nos fallan todas. No nos queda otra opción que un pequeño local especializado en “completos” y hamburguesas. Marta opta por un completo “completo”, yo, por churrasco acompañado de unos cuantos ingredientes más, que supongo que servirán en plato. Pero no, me sacan una hamburguesa XXXL, a la altura del “perrote” de Marta. Tenemos hambre y no queda demasiado en los platos, aunque la calidad de uno y otra, era más bien escasa.
Y a las 22, a descansar, que nos hemos dado una buena caminata para ir y volver del “restaurante”. Parte del vino que compramos ayer, nos sirve de digestivo.
8ª ETAPA: PAN km 590 – TEMUCO
(86km/5h 20min)
Atzoko paisaia errepikatu egiten da gaur ere, zereal eta soja eremu amaiezinak, pinu eta eukalipto landaketak, hamaika kartel erraldoi pestizidak, ongarri kimikoak edota ekarpen nutritiboak bazkarako iragarriz… batek daki zer jaten dugun Txileko txuletoi famatuak dastatzean! Oso alde industrializatua da, batez ere Lautaro herri ingurukoa, egur lantegiek ezkutatuta. Oso errez eta arin sartu gara Temucon, bidegorria ere badago.
Hoy es jornada electoral y la mujer del camping nos dice que han cortado la carretera en las cercanías de Ercilla, una zona de habituales reivindicaciones mapuches. El día está fresco, perfecto para pedalear, incluso parece que el viento sopla más suave. No hay mucho que destacar, salvo que el tráfico es menos intenso que ayer en la panamericana. Habíamos pensado buscar un lugar para dormir antes de Temuco, pero igual es mejor entrar hoy domingo, supuestamente los accesos estarán más tranquilos.
Hacemos una parada en Lautaro, llevamos una buena media, ya hemos andado casi 60km y no han pasado ni cuatro horas. A falta de 18km, la carretera se bifurca hacia Puerto Montt y Temuco. Y nos recibe una ciclovía que nos adentra en la ciudad. Hay que adentrarse sin embargo en la calzada, afortunadamente, hay poco coche, porque son también poco respetuosos. Dirigimos nuestros pasos hacia el “Hostal Klickmann”. No pinta bien por fuera, pero sorprende el interior, agradable y cálido. Cogemos una habitación con baño compartido (23.600CHL, desayuno incluido). Perfecto para el día de descanso que vamos a regalarnos.
Eran alrededor de las siete cuando hemos llegado; una ducha y salimos en busca de un lugar donde cenar (si puede ser “verde”, mejor que mejor). Tenemos varias referencias, pero nos fallan todas. No nos queda otra opción que un pequeño local especializado en “completos” y hamburguesas. Marta opta por un completo “completo”, yo, por churrasco acompañado de unos cuantos ingredientes más, que supongo que servirán en plato. Pero no, me sacan una hamburguesa XXXL, a la altura del “perrote” de Marta. Tenemos hambre y no queda demasiado en los platos, aunque la calidad de uno y otra, era más bien escasa.
Y a las 22, a descansar, que nos hemos dado una buena caminata para ir y volver del “restaurante”. Parte del vino que compramos ayer, nos sirve de digestivo.
LUNES 18/11/2013
TEMUCO
Atzo, jatetxetik bueltan geundela, ospakizuna topatu genuen Bacheleten aldeko alderdi baten egoitzan. Ondo joan omen zaio Bachelet andreari, nahiz eta bigarren itzulia beharko duen, hautagai bietako inork ez baitu gehiengo absolutua lortu (biak emakumezkoak, gainera). Gaur, hainbat gestio egiteari ekin diogu: erosketak, mapak bilatu, gertukoekin kontaktatu,… Turismoari berari, gutxi samar, Temuco ez baita oso hiri erakargarria, arinegi eta kontrolik gabe handitu egin da, bertoko egurrezko etxeak, nolabaiteko xarma emango liokeenak, irentsiz erabat.
Para dedicarnos al turismo urbano, nos tomamos el día con tranquilidad. Ayer el día se nubló, pero hoy ha amanecido despejado y fresco. Cambiamos dinero (nos previenen contra los billetes falsos en Argentina), recopilamos algo de información útil en turismo, intentamos encontrar un termómetro que ponga “nombre” al frío que, presumiblemente, pasaremos de ahora en adelante… y buscamos un lugar para comer.
Lo encontramos en el mercado. Alrededor de los puestos que ocupan la zona central, se abren muchos y pequeños restaurantes. Nos decidimos por uno con mucha clientela, que suele ser buena señal. Marta pide pastel de “choclo” (maíz); yo, congrio a la plancha “con agregado” (ensalada). Para beber, un rico vino blanco (Tres Medallas). El pastel está muy rico, dulce (más cuanto más al sur vayamos, nos dicen), lleva pollo además del maíz y está gratinado; el congrio, un poco soso. Hemos acertado con el sitio. Nos retiramos después a la habitación, si no a dormir, sí al menos a descansar un rato.
Salimos más tarde en busca de una cerveza en la Avenida Alemania. Hay mucha gente joven, las universidades y colegios están cerca. Los locales son “pubs” con terraza y la música, demasiado “disco” y demasiado alta también, no es nuestro ambiente. Probamos la Austral (“Patagonia”, la tostada, con carácter; “Lager”, la rubia, rica, sin más).
Por la tarde hace fresco, en realidad, durante todo el día sólo al sol nos hemos quitado el forro. Hemos sabido la razón por la que debemos protegernos adecuadamente del sol: las corrientes de aire dominantes acumulan en el centro y sur de Chile contaminantes procedentes de lugares lejanos responsables de la destrucción de la capa de ozono. El sol, aunque no se note, quema.
Cenamos en una cafetería, un sándwich y una hamburguesa que no pasarán a la historia de la gastronomía local. Pero en el local hay un agradable aroma a café, lo que se agradece en el país del soluble.
TEMUCO
Atzo, jatetxetik bueltan geundela, ospakizuna topatu genuen Bacheleten aldeko alderdi baten egoitzan. Ondo joan omen zaio Bachelet andreari, nahiz eta bigarren itzulia beharko duen, hautagai bietako inork ez baitu gehiengo absolutua lortu (biak emakumezkoak, gainera). Gaur, hainbat gestio egiteari ekin diogu: erosketak, mapak bilatu, gertukoekin kontaktatu,… Turismoari berari, gutxi samar, Temuco ez baita oso hiri erakargarria, arinegi eta kontrolik gabe handitu egin da, bertoko egurrezko etxeak, nolabaiteko xarma emango liokeenak, irentsiz erabat.
Para dedicarnos al turismo urbano, nos tomamos el día con tranquilidad. Ayer el día se nubló, pero hoy ha amanecido despejado y fresco. Cambiamos dinero (nos previenen contra los billetes falsos en Argentina), recopilamos algo de información útil en turismo, intentamos encontrar un termómetro que ponga “nombre” al frío que, presumiblemente, pasaremos de ahora en adelante… y buscamos un lugar para comer.
Lo encontramos en el mercado. Alrededor de los puestos que ocupan la zona central, se abren muchos y pequeños restaurantes. Nos decidimos por uno con mucha clientela, que suele ser buena señal. Marta pide pastel de “choclo” (maíz); yo, congrio a la plancha “con agregado” (ensalada). Para beber, un rico vino blanco (Tres Medallas). El pastel está muy rico, dulce (más cuanto más al sur vayamos, nos dicen), lleva pollo además del maíz y está gratinado; el congrio, un poco soso. Hemos acertado con el sitio. Nos retiramos después a la habitación, si no a dormir, sí al menos a descansar un rato.
Salimos más tarde en busca de una cerveza en la Avenida Alemania. Hay mucha gente joven, las universidades y colegios están cerca. Los locales son “pubs” con terraza y la música, demasiado “disco” y demasiado alta también, no es nuestro ambiente. Probamos la Austral (“Patagonia”, la tostada, con carácter; “Lager”, la rubia, rica, sin más).
Por la tarde hace fresco, en realidad, durante todo el día sólo al sol nos hemos quitado el forro. Hemos sabido la razón por la que debemos protegernos adecuadamente del sol: las corrientes de aire dominantes acumulan en el centro y sur de Chile contaminantes procedentes de lugares lejanos responsables de la destrucción de la capa de ozono. El sol, aunque no se note, quema.
Cenamos en una cafetería, un sándwich y una hamburguesa que no pasarán a la historia de la gastronomía local. Pero en el local hay un agradable aroma a café, lo que se agradece en el país del soluble.