MARTES 19/11/2013
9ª ETAPA: TEMUCO – STA. Mª DE LLAIMA (Ruka Melilef)
(84km/5h 25min)
Egun borobila, gaurkoa, amaiera batez ere. Temuco atzean utzita, lehendabiziko 10 kilometroren lasaitasunak, 40 kilometroko tarte gorabeheratsura bidea emango du, batzuetan gogorra. Etxean bezala gaude, haritzak ere, gurearen antza handia dauka eta nonahi, zelaiak eta eukaliptoak. Cucón herriari hurbildu ahala, Llaima eta Villarica sumendiak are nabariagoak dira. Eta Cuncotik, gozatzeko unea: errepide lasaia, bazterbideak zabalak, tenperatura eta argia ezin hobeak… Ruka Melilefen bukatzeko, Marta, Carlos (gure anfitrioi maputxeak), Gilberto (okzitanoa bera) eta beste turista frantsesekin, oso afari atseginaz disfrutatzen.
La carretera de salida de Temuco es buena, pero apenas si tiene arcén y ni coches ni autobuses, salvo honrosas excepciones, respetan el metro y medio. Pasados los 10 primeros kilómetros, los 40 siguientes son duros, pero el paisaje nos hace sentir como en casa.
Los 60km hasta Cucón los hacemos bastante bien. En este pueblo, aunque los trabajadores de la municipalidad están de paro desde hace aproximadamente un mes, la amable encargada del museo etnográfico nos atiende y nos ofrece dos posibilidades para dormir. en el “balneario de Villa García”, a unos 10km (en realidad una pequeña área con bancos y mesas junto al río), o una “ruka” (casa) mapuche, en la que alquilan habitaciones.
Continuamos camino en busca del “balneario”. Lo localizamos con facilidad, pero es muy sombrío y hay un cartel muy claro de “no acampar”. Decidimos pues, contribuir económicamente a la causa mapuche, lo que supone alargar otros 10km la etapa. En el desvío hacia Santa María de Llaima (si el volcán Llaima calzara un “44 largo”, estaríamos a sus pies) un cartel anuncia la “Ruka Melilef”, a escasos 2km por pista. Nos sorprende la estampa de una pareja de paisanos de avanzada edad con su yurta de dos grandes y hermosos bueyes.
Y llegamos al terreno de la ruka (casa en “mapudungung”), una hermosa casa de madera sumergida en un oasis de vegetación autóctona. Nos recibe Gilberto, un occitano interesado en muchas cosas, pero especialmente en lenguas minoritarias – conoce bien el caso del euskara – al que el interés por la cultura sudamericana, en general, y mapuche chilena y argentina en particular, ha traído a estas tierras. Bromea sobre la “célula terrorista” que se ha formado en un momento: dos mapuches, dos vascos y un occitano. Habla un perfecto castellano, se encarga de las presentaciones: Marta y Carlos son la pareja mapuche que regenta la ruka. Ella tiene cierto aire “hippie”, él recuerda algo a Eco Morales. Enseguida preparan mate y alguna que otra infusión. Se nos une el cuarto invitado, un francés de 63 años, recientemente jubilado, maratoniano y que aparenta bastante menos años. Enseguida se crea un ambiente muy relajado, hemos acertado viniendo aquí. Aunque hay opción de coger (bueno, “tomar”) una habitación, nos apetece poner “la carpa”. Eso sí, cenar lo haremos juntos.
Cenamos mote de trigo con patata cocida, revuelto, acelgas, ensalada, queso, vino,… Nos cuentan cómo se elabora el mote (el maíz se cuece con cenizas, hasta que se desprenda la cáscara, se lava entonces en el río hasta que queda perfectamente limpio). Es un proceso largo, pero comenta Mata que una buena comida mapuche lleva todo un día de preparativos. Hablamos un poco de todo: de viajes de unos y otros, sustos en aviones o autobuses (la “carretera de la muerte” en Bolivia), de política (mapuches, vascos, represión de Pinochet), de lenguas minoritarias (euskera, occitano, mapudungung), de políticas lingüísticas (Gilberto es uno de los máximos responsables de la recuperación de la lengua occitana en Francia, conoce a fondo el caso del euskera),… Tontamente nos dan más de las once y estamos cansados.
Hemos disfrutado enormemente la velada.
9ª ETAPA: TEMUCO – STA. Mª DE LLAIMA (Ruka Melilef)
(84km/5h 25min)
Egun borobila, gaurkoa, amaiera batez ere. Temuco atzean utzita, lehendabiziko 10 kilometroren lasaitasunak, 40 kilometroko tarte gorabeheratsura bidea emango du, batzuetan gogorra. Etxean bezala gaude, haritzak ere, gurearen antza handia dauka eta nonahi, zelaiak eta eukaliptoak. Cucón herriari hurbildu ahala, Llaima eta Villarica sumendiak are nabariagoak dira. Eta Cuncotik, gozatzeko unea: errepide lasaia, bazterbideak zabalak, tenperatura eta argia ezin hobeak… Ruka Melilefen bukatzeko, Marta, Carlos (gure anfitrioi maputxeak), Gilberto (okzitanoa bera) eta beste turista frantsesekin, oso afari atseginaz disfrutatzen.
La carretera de salida de Temuco es buena, pero apenas si tiene arcén y ni coches ni autobuses, salvo honrosas excepciones, respetan el metro y medio. Pasados los 10 primeros kilómetros, los 40 siguientes son duros, pero el paisaje nos hace sentir como en casa.
Los 60km hasta Cucón los hacemos bastante bien. En este pueblo, aunque los trabajadores de la municipalidad están de paro desde hace aproximadamente un mes, la amable encargada del museo etnográfico nos atiende y nos ofrece dos posibilidades para dormir. en el “balneario de Villa García”, a unos 10km (en realidad una pequeña área con bancos y mesas junto al río), o una “ruka” (casa) mapuche, en la que alquilan habitaciones.
Continuamos camino en busca del “balneario”. Lo localizamos con facilidad, pero es muy sombrío y hay un cartel muy claro de “no acampar”. Decidimos pues, contribuir económicamente a la causa mapuche, lo que supone alargar otros 10km la etapa. En el desvío hacia Santa María de Llaima (si el volcán Llaima calzara un “44 largo”, estaríamos a sus pies) un cartel anuncia la “Ruka Melilef”, a escasos 2km por pista. Nos sorprende la estampa de una pareja de paisanos de avanzada edad con su yurta de dos grandes y hermosos bueyes.
Y llegamos al terreno de la ruka (casa en “mapudungung”), una hermosa casa de madera sumergida en un oasis de vegetación autóctona. Nos recibe Gilberto, un occitano interesado en muchas cosas, pero especialmente en lenguas minoritarias – conoce bien el caso del euskara – al que el interés por la cultura sudamericana, en general, y mapuche chilena y argentina en particular, ha traído a estas tierras. Bromea sobre la “célula terrorista” que se ha formado en un momento: dos mapuches, dos vascos y un occitano. Habla un perfecto castellano, se encarga de las presentaciones: Marta y Carlos son la pareja mapuche que regenta la ruka. Ella tiene cierto aire “hippie”, él recuerda algo a Eco Morales. Enseguida preparan mate y alguna que otra infusión. Se nos une el cuarto invitado, un francés de 63 años, recientemente jubilado, maratoniano y que aparenta bastante menos años. Enseguida se crea un ambiente muy relajado, hemos acertado viniendo aquí. Aunque hay opción de coger (bueno, “tomar”) una habitación, nos apetece poner “la carpa”. Eso sí, cenar lo haremos juntos.
Cenamos mote de trigo con patata cocida, revuelto, acelgas, ensalada, queso, vino,… Nos cuentan cómo se elabora el mote (el maíz se cuece con cenizas, hasta que se desprenda la cáscara, se lava entonces en el río hasta que queda perfectamente limpio). Es un proceso largo, pero comenta Mata que una buena comida mapuche lleva todo un día de preparativos. Hablamos un poco de todo: de viajes de unos y otros, sustos en aviones o autobuses (la “carretera de la muerte” en Bolivia), de política (mapuches, vascos, represión de Pinochet), de lenguas minoritarias (euskera, occitano, mapudungung), de políticas lingüísticas (Gilberto es uno de los máximos responsables de la recuperación de la lengua occitana en Francia, conoce a fondo el caso del euskera),… Tontamente nos dan más de las once y estamos cansados.
Hemos disfrutado enormemente la velada.
MIÉRCOLES 20/11/2013
10ª ETAPA: RUKA MELILEF – PARQUE NACIONAL CONGUILLÍO.
(37km/3h 20min)
Kostatu egin zaigu Rukatik alde egitea, gosaria konturatu gabe luzatu egin da, gai batek besteari hartu dio erreleboa. Lagunak agurtu ondoren, Melipeuco herrirantz abiatu gara, errepide on batetik eta haizea lagun. harago, errepide nagusia utziko dugu, Conguillíoko Parke Nazionalean murgiltzeko. kalitate ezberdinetako asfaltoa tartekatzen dira lehenengo 13 kilometrotan, CONAFeko etxolaraino. Berartik, beste 8 kilometro, zailak batzuetan, baina zoragarriak beti, ikaragarrizko sumendi-lurraldea zeharkatuz. “Ngen Trayenco” izeneko kanpinera heldu gara, itxita dagoen arren, bart aterpea eskainiko diguna. Labak inguratutako oasi ederra, liluragarria benetan.
Son alrededor de las 9 cuando desayunamos: pan integral, mermelada, miel, nueces,… y mate, con un sabor intenso que recuerda al del tabaco, pero agradable. La costumbre es curiosa, la “matera” circula de una mano a otra sin fin, sólo cuando contestas “gracias” se sobreentiende que ya has tomado suficiente. En la mesa, como ayer, volvemos a los temas habituales, pero vamos reuniendo nuevos datos: nos enteramos de que Gilberto es geógrafo ya sólo de afición (y pasión), puesto que está jubilado; Alan, también jubilado recientemente, se ha tomado estas vacaciones para estar solo e ir adaptándose a su nueva situación; Marta y Carlos, a su vuelta del exilio en Francia (a él le torturaron por ser miembro del partido comunista, intentando sacarle nombres que desconocía), se metieron en esta aventura de intentar recuperar de manera integral la cultura de su pueblo y aún están en la pelea de integrarse completamente en la comunidad. Son una pareja increíble, comprometidos, trabajadores. Hemos tenido mucha suerte encontrándoles.
Son casi las 12 cuando nos despedimos, cosa que hacemos con las notas de un curioso instrumento de viento mapuche. Es una pena no estar aquí el 15 de diciembre, pues celebran una fiesta de dos días y dos noches para recibir al nuevo año, pidiendo que sea benévolo y agradeciendo lo recibido, por medio de ofrendas. Pinta muy bien.
Rápidamente entramos a Melipeuco, una pequeña localidad con algunos alojamientos de cierto nivel. De camino, nos cruzamos con los dos primeros (suponemos) ciclo-viajeros de estas largas vacaciones, dos yanquis de Florida, Erek y Candice. Son majos y jóvenes, vienen desde casa en bicicleta, se dirigen a Patagonia, a Sudáfrica después, para cruzar el continente hasta Europa y acabar, creo, en Londres. Llevan ya 13 meses pedaleando, y piensan estar unos dos años.
Poco después de Melipeuco abandonamos la vía principal, para enfrentarnos a varias rampas potentes aunque, afortunadamente, asfaltadas. Vamos atravesando una zona boscosa y aún agrícola, son 9km hasta la caseta del CONAF, que da entrada al Parque Nacional de Conguillío. Hay que registrarse pero, afortunadamente, no cobran. Hay, al parecer, un camping a 8km y otro más a 18, junto a una laguna. Nos conformaríamos con el primero.
La primera cuesta tras la caseta nos obliga a echar pie a tierra pero se tranquiliza el perfil después, al tiempo que nos adentramos en un paisaje absolutamente alucinante: la pista atraviesa una amplia zona de roca volcánica y a la izquierda, el responsable, el volcán Llaima, aún con nieve. A ese lado, hay pequeñas manchas arboladas y plantas que van abriéndose camino en este entorno hostil; y a la derecha, más lava, hasta una elevada sierra en cuya base, junto al curso del arroyo, crecen robles, coihues y qué sé yo. En sus cumbres, se distingue el perfil de las araucarias. Y al frente, las cumbres nevadas de los Andes. Es absolutamente impresionante.
Recorremos esos 8 km que, supuestamente, nos separan del primer camping (Ngen Trayenko) y ahí está, efectivamente, la pista de tierra negra, volcánica. Está cerrado (en Melipeuco ya nos lo habían adelantado con casi certeza absoluta), pero los árboles nos ofrecen un camuflaje perfecto, hay mesas y bancos, es decir, que decidimos quedarnos. El único “pero”, que la cocina vuelve a dar problemas, nada que la cinta americana no pueda resolver.
Unos espaguetis con verduras y té con pastas ponen fin a una jornada excelente en todos los aspectos.
10ª ETAPA: RUKA MELILEF – PARQUE NACIONAL CONGUILLÍO.
(37km/3h 20min)
Kostatu egin zaigu Rukatik alde egitea, gosaria konturatu gabe luzatu egin da, gai batek besteari hartu dio erreleboa. Lagunak agurtu ondoren, Melipeuco herrirantz abiatu gara, errepide on batetik eta haizea lagun. harago, errepide nagusia utziko dugu, Conguillíoko Parke Nazionalean murgiltzeko. kalitate ezberdinetako asfaltoa tartekatzen dira lehenengo 13 kilometrotan, CONAFeko etxolaraino. Berartik, beste 8 kilometro, zailak batzuetan, baina zoragarriak beti, ikaragarrizko sumendi-lurraldea zeharkatuz. “Ngen Trayenco” izeneko kanpinera heldu gara, itxita dagoen arren, bart aterpea eskainiko diguna. Labak inguratutako oasi ederra, liluragarria benetan.
Son alrededor de las 9 cuando desayunamos: pan integral, mermelada, miel, nueces,… y mate, con un sabor intenso que recuerda al del tabaco, pero agradable. La costumbre es curiosa, la “matera” circula de una mano a otra sin fin, sólo cuando contestas “gracias” se sobreentiende que ya has tomado suficiente. En la mesa, como ayer, volvemos a los temas habituales, pero vamos reuniendo nuevos datos: nos enteramos de que Gilberto es geógrafo ya sólo de afición (y pasión), puesto que está jubilado; Alan, también jubilado recientemente, se ha tomado estas vacaciones para estar solo e ir adaptándose a su nueva situación; Marta y Carlos, a su vuelta del exilio en Francia (a él le torturaron por ser miembro del partido comunista, intentando sacarle nombres que desconocía), se metieron en esta aventura de intentar recuperar de manera integral la cultura de su pueblo y aún están en la pelea de integrarse completamente en la comunidad. Son una pareja increíble, comprometidos, trabajadores. Hemos tenido mucha suerte encontrándoles.
Son casi las 12 cuando nos despedimos, cosa que hacemos con las notas de un curioso instrumento de viento mapuche. Es una pena no estar aquí el 15 de diciembre, pues celebran una fiesta de dos días y dos noches para recibir al nuevo año, pidiendo que sea benévolo y agradeciendo lo recibido, por medio de ofrendas. Pinta muy bien.
Rápidamente entramos a Melipeuco, una pequeña localidad con algunos alojamientos de cierto nivel. De camino, nos cruzamos con los dos primeros (suponemos) ciclo-viajeros de estas largas vacaciones, dos yanquis de Florida, Erek y Candice. Son majos y jóvenes, vienen desde casa en bicicleta, se dirigen a Patagonia, a Sudáfrica después, para cruzar el continente hasta Europa y acabar, creo, en Londres. Llevan ya 13 meses pedaleando, y piensan estar unos dos años.
Poco después de Melipeuco abandonamos la vía principal, para enfrentarnos a varias rampas potentes aunque, afortunadamente, asfaltadas. Vamos atravesando una zona boscosa y aún agrícola, son 9km hasta la caseta del CONAF, que da entrada al Parque Nacional de Conguillío. Hay que registrarse pero, afortunadamente, no cobran. Hay, al parecer, un camping a 8km y otro más a 18, junto a una laguna. Nos conformaríamos con el primero.
La primera cuesta tras la caseta nos obliga a echar pie a tierra pero se tranquiliza el perfil después, al tiempo que nos adentramos en un paisaje absolutamente alucinante: la pista atraviesa una amplia zona de roca volcánica y a la izquierda, el responsable, el volcán Llaima, aún con nieve. A ese lado, hay pequeñas manchas arboladas y plantas que van abriéndose camino en este entorno hostil; y a la derecha, más lava, hasta una elevada sierra en cuya base, junto al curso del arroyo, crecen robles, coihues y qué sé yo. En sus cumbres, se distingue el perfil de las araucarias. Y al frente, las cumbres nevadas de los Andes. Es absolutamente impresionante.
Recorremos esos 8 km que, supuestamente, nos separan del primer camping (Ngen Trayenko) y ahí está, efectivamente, la pista de tierra negra, volcánica. Está cerrado (en Melipeuco ya nos lo habían adelantado con casi certeza absoluta), pero los árboles nos ofrecen un camuflaje perfecto, hay mesas y bancos, es decir, que decidimos quedarnos. El único “pero”, que la cocina vuelve a dar problemas, nada que la cinta americana no pueda resolver.
Unos espaguetis con verduras y té con pastas ponen fin a una jornada excelente en todos los aspectos.
JUEVES 21/11/2013
11ª ETAPA: Camping Ngen Trayenco – Playa Linda.
(9km/1h 15min)
Distantzia laburreko duatloia, gaurkoa. 9 km bete ditugu, ozta-ozta, Playa Lindaraino, Conguillío lakuan. Bertatik, lau ordu eta erdiko paseo eder batek, ia-ia Sierra Nevadako begiratokiraino eraman gaitu. Eta kanpatzeko lekua gertu izan arren, CONAFi desafio egin dugu eta Playa Lindan, bertan, pasa dugu gaua.
El camping “okupado” ha sido un lujo, tranquilo y con impresionantes vistas. Sólo los cantos de varias aves que no conseguimos ver, perturban la tranquilidad. Vamos con calma, sólo pretendemos llegar al área de acampada del Lago Conguillío, a unos 10 km.
El sol pega fuerte cuando salimos, aunque apenas sean las 10, supongo que la roca volcánica aumentará también la sensación de calor. Se nos cruzan tres conejos que, por su tamaño, podrían merendarse tranquilamente al puma. Nos desviamos ligeramente para visitar la Laguna Verde.
De nuevo en la pista principal, nos llega una pregunta desde un coche: “¿vascos?” Pues sí, son Willy y Susana, dos madrileños montañeros afincados en Gijón que han venido a subir volcanes (¡pues tienen 2000!). Hoy toca el Llaima. Nos recomiendan que visitemos la cercana Playa Linda.
Queremos acercarnos al mirador de Sierra Nevada y, justo cuando salimos, se acercan tres guardas del CONAF pidiendo el permiso de acampada a unos estudiantes; a nosotros nos ignoran, quizás porque ven que nos preparamos para salir.
El camino es sencillo y bonito, el bosque está integrado sobre todo por coigües al principio, de grandes dimensiones; a medida que ascendemos, van apareciendo las araucarias, que dominan en los altos. Éstas crecen rectas, van perdiendo las ramas hasta quedar reducidas a un único penacho en lo alto del elevado y recto tronco, cuya corteza recuerda a la piel de un elefante, recubierta siempre de penachos colgantes de liquen. El paisaje es asombroso e incluso tenemos la suerte de que nos sobrevuele un cóndor. La mayor parte del camino discurre bajo la sombra protectora del bosque, sólo al final se abre, e incluso pisamos nieve arriba.
No llegamos, sin embargo, al mirador, perdemos el sendereo, que reencontramos tras la parada para comer. Otro largo tramo de nieve y el cansancio, me quitan las ganas de continuar. Bajamos rápido, deteniéndonos solamente para hacer alguna que otra foto e intentar diferenciar el “coigüe, el raulín y la tenga.” De nuevo en la playa, nos damos un chapuzón en la limpia y fresca agua del lago. Decidimos dormir aquí, localizamos un rincón más o menos discreto (no demasiado amplio) y confiamos en que no regrese el CONAF.
El grupo universitario regresa, recoge y marcha, momento que aprovechamos para montar el campamento. La cocina sigue dando guerra, pero conseguimos sacar adelante la cena. Sólo queda descansar, aunque haya que hacer algo de contorsionismo
11ª ETAPA: Camping Ngen Trayenco – Playa Linda.
(9km/1h 15min)
Distantzia laburreko duatloia, gaurkoa. 9 km bete ditugu, ozta-ozta, Playa Lindaraino, Conguillío lakuan. Bertatik, lau ordu eta erdiko paseo eder batek, ia-ia Sierra Nevadako begiratokiraino eraman gaitu. Eta kanpatzeko lekua gertu izan arren, CONAFi desafio egin dugu eta Playa Lindan, bertan, pasa dugu gaua.
El camping “okupado” ha sido un lujo, tranquilo y con impresionantes vistas. Sólo los cantos de varias aves que no conseguimos ver, perturban la tranquilidad. Vamos con calma, sólo pretendemos llegar al área de acampada del Lago Conguillío, a unos 10 km.
El sol pega fuerte cuando salimos, aunque apenas sean las 10, supongo que la roca volcánica aumentará también la sensación de calor. Se nos cruzan tres conejos que, por su tamaño, podrían merendarse tranquilamente al puma. Nos desviamos ligeramente para visitar la Laguna Verde.
De nuevo en la pista principal, nos llega una pregunta desde un coche: “¿vascos?” Pues sí, son Willy y Susana, dos madrileños montañeros afincados en Gijón que han venido a subir volcanes (¡pues tienen 2000!). Hoy toca el Llaima. Nos recomiendan que visitemos la cercana Playa Linda.
Queremos acercarnos al mirador de Sierra Nevada y, justo cuando salimos, se acercan tres guardas del CONAF pidiendo el permiso de acampada a unos estudiantes; a nosotros nos ignoran, quizás porque ven que nos preparamos para salir.
El camino es sencillo y bonito, el bosque está integrado sobre todo por coigües al principio, de grandes dimensiones; a medida que ascendemos, van apareciendo las araucarias, que dominan en los altos. Éstas crecen rectas, van perdiendo las ramas hasta quedar reducidas a un único penacho en lo alto del elevado y recto tronco, cuya corteza recuerda a la piel de un elefante, recubierta siempre de penachos colgantes de liquen. El paisaje es asombroso e incluso tenemos la suerte de que nos sobrevuele un cóndor. La mayor parte del camino discurre bajo la sombra protectora del bosque, sólo al final se abre, e incluso pisamos nieve arriba.
No llegamos, sin embargo, al mirador, perdemos el sendereo, que reencontramos tras la parada para comer. Otro largo tramo de nieve y el cansancio, me quitan las ganas de continuar. Bajamos rápido, deteniéndonos solamente para hacer alguna que otra foto e intentar diferenciar el “coigüe, el raulín y la tenga.” De nuevo en la playa, nos damos un chapuzón en la limpia y fresca agua del lago. Decidimos dormir aquí, localizamos un rincón más o menos discreto (no demasiado amplio) y confiamos en que no regrese el CONAF.
El grupo universitario regresa, recoge y marcha, momento que aprovechamos para montar el campamento. La cocina sigue dando guerra, pero conseguimos sacar adelante la cena. Sólo queda descansar, aunque haya que hacer algo de contorsionismo
VIERNES 22/11/2014.
CONGUILLÍO (Camping Los Ñirres)
Hurbileko “Los Ñirres” kanpinetik, “La Senda de los Carpinteros” ibilbide ederra egin dugu Trupan urmaeleraino. Bost ordu behar izan ditugu burutzeko. Jada ezagunak diren araukaria, coigüe, lengez,… gain, nabarmentzekoak ere izan dira: 1800 urteko “Araucaria Madre” izendatua, okil beltza (arra eta emea), Darwin igelatxoa, “okil txikia”, Egun bete betea.
Desde Playa Linda, proseguimos durante escasos 4km (a tramos, la arena acumulada hace imposible pedalear) hasta el Camping Los Ñirres, los árboles dominantes en el lugar. Está gestionado por la CONAF y nos sale a 5000/persona. Nos recomiendan hacer “La Senda de los Carpinteros”, hasta la Laguna Trupán.
Dicho y hecho, nos preparamos, para tomar un precioso y fácil sendero a través de un impresionante bosque de imponentes ejemplares de, sobre todo, araucaria y coigüe. La suerte nos sonríe, enseguida observamos una hembra de de carpintero negro, con su graciosa cresta a lo “rockabilly”. El macho es más esquivo. El camino se abre entre altos bambúes, una araña sin depilar llama nuestra atención, es aún mayor que la que se nos coló en la tienda, pero esta vez los territorios de una y otro están claramente delimitados y la taquicardia es mucho más leve. Pero es el siguiente encuentro el que nos llama especialmente la atención, una ranita perfectamente mimetizada (sólo su movimiento nos ha hecho reparar en ella) como una hoja seca, incluso tiene diferentes tonalidades de marrón a cada lado de la línea longitudinal que recorre su cuerpo. Para rematar, tiene una graciosa naricilla (más tarde sabremos que hemos tenido la inmensa suerte de tropezar con una “ranita de Darwin”, al parecer un indicador de la buena salud del ecosistema). Y nos espera ahora una sorpresa mayor (por el tamaño), la que llaman la “Araucaria Madre”, un ejemplar de unos 1800 años, 50 metros de altura y 2,1 de diámetro.
El camino discurre plácidamente hasta la laguna, que rodeamos por un camino algo confuso para regresar por el mismo camino. Al poco, una algarabía de cantos nos hace girar la cabeza y ahí están, dos machos de carpintero, cuerpo negro salvo dos bandas blancas en la espalda y cabeza de un color rojo que hace daño, es precioso. Al volar, deja a la vista plumas blancas en las alas. Día completo.
En el lago estaba el día nublado, pero la tarde va levantando. Llegamos al camping sobre las cinco, hacemos algo de colada y sesteamos al sol junto al lago Conguillío. Compramos unos huevos y tras la ducha, cenar. Intentaremos marchar mañana, está anunciada lluvia (nieve incluso), pero parece que el frente llegará por la noche. Pedalear por estas pistas con agua, debe ser poco menos que imposible. Nos dicen que lo peor está en los próximos 6km, hasta salir del parque. Intentaremos llegar a Curacautín y buscar alojamiento allí. Pero todo eso, queda para mañana.
CONGUILLÍO (Camping Los Ñirres)
Hurbileko “Los Ñirres” kanpinetik, “La Senda de los Carpinteros” ibilbide ederra egin dugu Trupan urmaeleraino. Bost ordu behar izan ditugu burutzeko. Jada ezagunak diren araukaria, coigüe, lengez,… gain, nabarmentzekoak ere izan dira: 1800 urteko “Araucaria Madre” izendatua, okil beltza (arra eta emea), Darwin igelatxoa, “okil txikia”, Egun bete betea.
Desde Playa Linda, proseguimos durante escasos 4km (a tramos, la arena acumulada hace imposible pedalear) hasta el Camping Los Ñirres, los árboles dominantes en el lugar. Está gestionado por la CONAF y nos sale a 5000/persona. Nos recomiendan hacer “La Senda de los Carpinteros”, hasta la Laguna Trupán.
Dicho y hecho, nos preparamos, para tomar un precioso y fácil sendero a través de un impresionante bosque de imponentes ejemplares de, sobre todo, araucaria y coigüe. La suerte nos sonríe, enseguida observamos una hembra de de carpintero negro, con su graciosa cresta a lo “rockabilly”. El macho es más esquivo. El camino se abre entre altos bambúes, una araña sin depilar llama nuestra atención, es aún mayor que la que se nos coló en la tienda, pero esta vez los territorios de una y otro están claramente delimitados y la taquicardia es mucho más leve. Pero es el siguiente encuentro el que nos llama especialmente la atención, una ranita perfectamente mimetizada (sólo su movimiento nos ha hecho reparar en ella) como una hoja seca, incluso tiene diferentes tonalidades de marrón a cada lado de la línea longitudinal que recorre su cuerpo. Para rematar, tiene una graciosa naricilla (más tarde sabremos que hemos tenido la inmensa suerte de tropezar con una “ranita de Darwin”, al parecer un indicador de la buena salud del ecosistema). Y nos espera ahora una sorpresa mayor (por el tamaño), la que llaman la “Araucaria Madre”, un ejemplar de unos 1800 años, 50 metros de altura y 2,1 de diámetro.
El camino discurre plácidamente hasta la laguna, que rodeamos por un camino algo confuso para regresar por el mismo camino. Al poco, una algarabía de cantos nos hace girar la cabeza y ahí están, dos machos de carpintero, cuerpo negro salvo dos bandas blancas en la espalda y cabeza de un color rojo que hace daño, es precioso. Al volar, deja a la vista plumas blancas en las alas. Día completo.
En el lago estaba el día nublado, pero la tarde va levantando. Llegamos al camping sobre las cinco, hacemos algo de colada y sesteamos al sol junto al lago Conguillío. Compramos unos huevos y tras la ducha, cenar. Intentaremos marchar mañana, está anunciada lluvia (nieve incluso), pero parece que el frente llegará por la noche. Pedalear por estas pistas con agua, debe ser poco menos que imposible. Nos dicen que lo peor está en los próximos 6km, hasta salir del parque. Intentaremos llegar a Curacautín y buscar alojamiento allí. Pero todo eso, queda para mañana.