LUNES 2/12/2013
19ª ETAPA: JUNÍN DE LOS ANDES – PUERTO CANOA (Camping Lafquenco)
55km/6h
Oso egun gogorra, batez besteko abiadurak adierazten duen moduan: xobor txarra edota os otxarra, hareatza sakonak hainbat txokotan eta harritzak besteetan. Gora egin dugu gehienetan, gogor batzuetan eta haizea, bate zere Patagoniako haize bortitz et ahotza. Baina Huechulafquen lakua genuen zain, bakarrik ikusi eta
bazterretatik pedalei eragin, nahikoa da ia-ia neke guztiak ahazteko. Chapeau!
Ya desde la mañana se veía que la cosa iba a estar complicada, porque sopla un fuerte viento del oeste. Nos ponemos en marcha tras charlar un rato con Dubio y dejarle unbuen lastre. Desandamos 5km y tomamos hacia la izquierda la pista que ha de llevarnos hasta el destino de hoy. La cosa no comienza bien, subiendo (nos lo advirtieron en turismo), con mal ripio y fuerte viento en contra. Aún así, a pesar de pedalear por pampa, el Lanín y montes vecinos alegran la vista. Pero no tanto como los 7,5km pavimentados a los que llegamos tras los primeros 5 de ripio. El perfil es llano ahora, pero las condiciones no mejoran. De pronto, oigo un ruido nada familiar: una abrazadera de mi parrilla delantera se ha roto, no es un buen sistema para tanto trote, me temo. Sólo queda recurrir a las bridas, aligerar peso adelante… y p’alante.
Se está haciendo duro, enfrentamos una incómoda subida, giramos a la izquierda y aparece en todo su esplendor el fabuloso lago Huechulafquen, que parece más mar que lago: el viento levanta olas, el tono oscuro de sus aguas, los montes que lo circundan son impresionantes. Poco más adelante, la caseta de control, de la que rápidamente sale un chico a nuestro encuentro. Dentro, su compañera nos aconseja dar la vuelta: “¿en bicicleta? Sí, creo que hay quien lo ha hecho, pero ahora les toca subir, el ripio está complicado, está trabajando la máquina de vialidad y hay que ir con precaución,… y hay un puente en el que se mueve una tabla y hay que tener cuidado,…y una zona de curvas sinuosas y…” Vencidas todas las dificultades, queda la última, pagar al chico mapuche que está a su lado y que no hace sino eso, cobrar y bien además, 65ARG/persona.
En los siguientes 9km el ripio no es malo, sino lo siguiente, la arena se acumula y no hay forma de encontrar un hueco por el que pasar, no queda más remedio que empujar la bici. Se aproxima la subida, 5km en los que, sin embargo, el ripio “desempeora”. Después, vuelta a las andadas. Nos detenemos a ratos para poder disfrutar del paisaje, en marcha es imposible. Llegamos a una “proveeduría” regentada por una mujer mapuche y su marido blanquito, pero sólo le podemos comprar un pan casero (15ARG). Nos dicen que un poco más adelante encontraremos el primer camping “agreste” (con letrinas, normalmente sin agua caliente y los encargados suelen pasar a cobrar por la tarde). Estamos necesitados de una ducha, buscaremos el clásico camping “organizado”. Atravesamos ahora un alucinante bosque de gigantescos coihues. Yo voy justo, tengo que recurrir a una barrita y el segundo camping (el primero era caro, 60ARG/persona y quedaba lejos de Puerto Canoa) aparece cuando aún la mastico. Se trata del “Camping Lafquenco”, organizado (45ARG/persona). El emplazamiento, a la orilla del lago, es alucinante, avutardas, ”teros” (el pájaro despertador) y bandurrias pasean plácidamente junto a nosotros.
La ducha es lo primero, aunque sólo de agua levemente templada, la caldera es de leña y tienen que alimentarla. El camping en sí, es un poco cutre: los baños, un restaurante cerrado, mangueras que pierden agua, en la entrada un viejo coche descansa (definitivamente creo) junto a la caseta que hace de recepción,…
Hemos llegado tarde, casi a las siete, así que es de noche cuando cenamos. En la tienda, hay que meterse al saco, la noche promete ser fresca. El viento ha parado.
MARTES 3/12/2013
PUERTO CANOA (Camping Lafquenco)
Bizikleta utzita, paseoan emango dugu eguna, “El Saltillo” ur-jauzi ederrera hurbilduko gara. Egun eguzkitsua izan dugu, Lanín sumendira joateko egun aproposena, baina lasaitasunaz beharra dugu.
Aunque el día está soleado y el viento sigue en calma, decidimos dar un tranquilo paseo, hasta la cascada de El Saltillo. Quizás sea hoy la ocasión de acercarse al Lanín, pero nos apetece tomarlo con tranquilidad. Los teros han estado bastante formales, no nos han hecho madrugar demasiado.
Cuando salimos hacia Puerto Canoa, descubrimos que no hay pueblo, sólo un embarcadero a 2km del camping para el catamarán “José Julián” (bonito nombre) que, por 160ARG, te da un paseo de algo menos de dos horas por el lago. En frente, una caseta de los forestales, vacía habitualmente, en la que debería registrarse quien, por ejemplo, quisiera acercarse al volcán Lanín. Y por delante, el “camino vehicular”, es decir, la misma pista de ripio de ayer, que nos lleva hacia una bonita capilla pero fuera de contexto, pasando por varios campings y algún que otro restaurante que parecen esperar la temporada alta. Hace sol, pero no un calor excesivo, caminamos por terreno abierto con la continua referencia del lago a nuestra izquierda. Un cartel nos hace dejar el camino principal, y por empinada cuesta, llegamos a la base de la imponente cascada. Conseguimos avistar de nuevo el pito negro y otro pariente cercano,”pitío” creo que le llaman, recuerda mucho al ”pito de la puna” que conocimos en Perú.
Hacemos la vuelta en la trasera de un “pick up”. En el camping ya, uno de los chicos que lo atiende nos dice que ellos hacen pan, se nos ha acabado y por aquí no hay opción de comprarlo. Hoy nos duchamos con agua caliente. Mientras descansamos, disfrutamos de la avifauna del lugar. Yo estoy contracturado, me duele bastante el costado derecho, debo haber hecho algún movimiento extraño. A ver mañana qué tal. La noche no parece hoy tan fría.
MIÉRCOLES 4/12/2013
PUERTO CANOA – BASE DE LA CARA SUR DEL LANÍN
6 orduko ibilbide erreza eta atsegina Lanín sumendiaren hegoaldeko baseraino.
El día amanece cubierto y hace frío. Decidimos hacer la caminata a la base del volcán Lanín (“dormido”, en mapudungun) confiando en que despeje. Salimos a las 10:30 y desde el camping llamarán a la guardería para que sepan que haremos el recorrido. Es una norma del parque, el camino está bien marcado.
Avanzamos según el horario previsto por la organización, los tiempos aproximados están marcados, es un recorrido cómodo, siempre junto al lecho de un río, atravesando un bosque y con oportunidad de fotografiar aves, orquídeas, paisaje,… Dejamos atrás los carteles de 3 horas para la cumbre, de 2,... y junto al inicio de una buena cuesta, vemos el indicador de “última subida, 45 minutos, coger agua”. Se trata, en efecto, de un cuestón d’akitespero que culmina frente a la impresionante base del Lanín. Un cartel prohíbe seguir debido al riesgo de caída de rocas y hielo, así que una foto rápida (hace bastante frío) y descendemos en busca de un lugar resguardado para comer algo. En todo el trayecto, unas tres horas de subida y otras tantas de bajada (incluyendo paradas), sólo nos hemos cruzado con otra pareja. Imagino que en verano será otra cosa.
De vuelta a la carretera, nos acercamos a Puerto Canoa, para comprobar que en este lugar no no hay más que el embarcadero y un restaurante cerrado. De regreso al camping, nos deleitamos con la vista del “águila planchada”. El día sigue cubierto, hace fresco y descansamos un rato al calor del saco. Una ducha bien caliente, nos deja en condiciones de preparar la cena con “los restos”. Nos acostamos con la compañía de un pescador insensible al frío. Hay bastantes nubes, así que tomamos precauciones contra el agua, por lo que pudiera pasar.
19ª ETAPA: JUNÍN DE LOS ANDES – PUERTO CANOA (Camping Lafquenco)
55km/6h
Oso egun gogorra, batez besteko abiadurak adierazten duen moduan: xobor txarra edota os otxarra, hareatza sakonak hainbat txokotan eta harritzak besteetan. Gora egin dugu gehienetan, gogor batzuetan eta haizea, bate zere Patagoniako haize bortitz et ahotza. Baina Huechulafquen lakua genuen zain, bakarrik ikusi eta
bazterretatik pedalei eragin, nahikoa da ia-ia neke guztiak ahazteko. Chapeau!
Ya desde la mañana se veía que la cosa iba a estar complicada, porque sopla un fuerte viento del oeste. Nos ponemos en marcha tras charlar un rato con Dubio y dejarle unbuen lastre. Desandamos 5km y tomamos hacia la izquierda la pista que ha de llevarnos hasta el destino de hoy. La cosa no comienza bien, subiendo (nos lo advirtieron en turismo), con mal ripio y fuerte viento en contra. Aún así, a pesar de pedalear por pampa, el Lanín y montes vecinos alegran la vista. Pero no tanto como los 7,5km pavimentados a los que llegamos tras los primeros 5 de ripio. El perfil es llano ahora, pero las condiciones no mejoran. De pronto, oigo un ruido nada familiar: una abrazadera de mi parrilla delantera se ha roto, no es un buen sistema para tanto trote, me temo. Sólo queda recurrir a las bridas, aligerar peso adelante… y p’alante.
Se está haciendo duro, enfrentamos una incómoda subida, giramos a la izquierda y aparece en todo su esplendor el fabuloso lago Huechulafquen, que parece más mar que lago: el viento levanta olas, el tono oscuro de sus aguas, los montes que lo circundan son impresionantes. Poco más adelante, la caseta de control, de la que rápidamente sale un chico a nuestro encuentro. Dentro, su compañera nos aconseja dar la vuelta: “¿en bicicleta? Sí, creo que hay quien lo ha hecho, pero ahora les toca subir, el ripio está complicado, está trabajando la máquina de vialidad y hay que ir con precaución,… y hay un puente en el que se mueve una tabla y hay que tener cuidado,…y una zona de curvas sinuosas y…” Vencidas todas las dificultades, queda la última, pagar al chico mapuche que está a su lado y que no hace sino eso, cobrar y bien además, 65ARG/persona.
En los siguientes 9km el ripio no es malo, sino lo siguiente, la arena se acumula y no hay forma de encontrar un hueco por el que pasar, no queda más remedio que empujar la bici. Se aproxima la subida, 5km en los que, sin embargo, el ripio “desempeora”. Después, vuelta a las andadas. Nos detenemos a ratos para poder disfrutar del paisaje, en marcha es imposible. Llegamos a una “proveeduría” regentada por una mujer mapuche y su marido blanquito, pero sólo le podemos comprar un pan casero (15ARG). Nos dicen que un poco más adelante encontraremos el primer camping “agreste” (con letrinas, normalmente sin agua caliente y los encargados suelen pasar a cobrar por la tarde). Estamos necesitados de una ducha, buscaremos el clásico camping “organizado”. Atravesamos ahora un alucinante bosque de gigantescos coihues. Yo voy justo, tengo que recurrir a una barrita y el segundo camping (el primero era caro, 60ARG/persona y quedaba lejos de Puerto Canoa) aparece cuando aún la mastico. Se trata del “Camping Lafquenco”, organizado (45ARG/persona). El emplazamiento, a la orilla del lago, es alucinante, avutardas, ”teros” (el pájaro despertador) y bandurrias pasean plácidamente junto a nosotros.
La ducha es lo primero, aunque sólo de agua levemente templada, la caldera es de leña y tienen que alimentarla. El camping en sí, es un poco cutre: los baños, un restaurante cerrado, mangueras que pierden agua, en la entrada un viejo coche descansa (definitivamente creo) junto a la caseta que hace de recepción,…
Hemos llegado tarde, casi a las siete, así que es de noche cuando cenamos. En la tienda, hay que meterse al saco, la noche promete ser fresca. El viento ha parado.
MARTES 3/12/2013
PUERTO CANOA (Camping Lafquenco)
Bizikleta utzita, paseoan emango dugu eguna, “El Saltillo” ur-jauzi ederrera hurbilduko gara. Egun eguzkitsua izan dugu, Lanín sumendira joateko egun aproposena, baina lasaitasunaz beharra dugu.
Aunque el día está soleado y el viento sigue en calma, decidimos dar un tranquilo paseo, hasta la cascada de El Saltillo. Quizás sea hoy la ocasión de acercarse al Lanín, pero nos apetece tomarlo con tranquilidad. Los teros han estado bastante formales, no nos han hecho madrugar demasiado.
Cuando salimos hacia Puerto Canoa, descubrimos que no hay pueblo, sólo un embarcadero a 2km del camping para el catamarán “José Julián” (bonito nombre) que, por 160ARG, te da un paseo de algo menos de dos horas por el lago. En frente, una caseta de los forestales, vacía habitualmente, en la que debería registrarse quien, por ejemplo, quisiera acercarse al volcán Lanín. Y por delante, el “camino vehicular”, es decir, la misma pista de ripio de ayer, que nos lleva hacia una bonita capilla pero fuera de contexto, pasando por varios campings y algún que otro restaurante que parecen esperar la temporada alta. Hace sol, pero no un calor excesivo, caminamos por terreno abierto con la continua referencia del lago a nuestra izquierda. Un cartel nos hace dejar el camino principal, y por empinada cuesta, llegamos a la base de la imponente cascada. Conseguimos avistar de nuevo el pito negro y otro pariente cercano,”pitío” creo que le llaman, recuerda mucho al ”pito de la puna” que conocimos en Perú.
Hacemos la vuelta en la trasera de un “pick up”. En el camping ya, uno de los chicos que lo atiende nos dice que ellos hacen pan, se nos ha acabado y por aquí no hay opción de comprarlo. Hoy nos duchamos con agua caliente. Mientras descansamos, disfrutamos de la avifauna del lugar. Yo estoy contracturado, me duele bastante el costado derecho, debo haber hecho algún movimiento extraño. A ver mañana qué tal. La noche no parece hoy tan fría.
MIÉRCOLES 4/12/2013
PUERTO CANOA – BASE DE LA CARA SUR DEL LANÍN
6 orduko ibilbide erreza eta atsegina Lanín sumendiaren hegoaldeko baseraino.
El día amanece cubierto y hace frío. Decidimos hacer la caminata a la base del volcán Lanín (“dormido”, en mapudungun) confiando en que despeje. Salimos a las 10:30 y desde el camping llamarán a la guardería para que sepan que haremos el recorrido. Es una norma del parque, el camino está bien marcado.
Avanzamos según el horario previsto por la organización, los tiempos aproximados están marcados, es un recorrido cómodo, siempre junto al lecho de un río, atravesando un bosque y con oportunidad de fotografiar aves, orquídeas, paisaje,… Dejamos atrás los carteles de 3 horas para la cumbre, de 2,... y junto al inicio de una buena cuesta, vemos el indicador de “última subida, 45 minutos, coger agua”. Se trata, en efecto, de un cuestón d’akitespero que culmina frente a la impresionante base del Lanín. Un cartel prohíbe seguir debido al riesgo de caída de rocas y hielo, así que una foto rápida (hace bastante frío) y descendemos en busca de un lugar resguardado para comer algo. En todo el trayecto, unas tres horas de subida y otras tantas de bajada (incluyendo paradas), sólo nos hemos cruzado con otra pareja. Imagino que en verano será otra cosa.
De vuelta a la carretera, nos acercamos a Puerto Canoa, para comprobar que en este lugar no no hay más que el embarcadero y un restaurante cerrado. De regreso al camping, nos deleitamos con la vista del “águila planchada”. El día sigue cubierto, hace fresco y descansamos un rato al calor del saco. Una ducha bien caliente, nos deja en condiciones de preparar la cena con “los restos”. Nos acostamos con la compañía de un pescador insensible al frío. Hay bastantes nubes, así que tomamos precauciones contra el agua, por lo que pudiera pasar.