DOMINGO 21/07 5ª ETAPA: VILVESTRE - BARCA D'ALBA. (61 km/3h 48min) Son las 9 de la mañana y nos vamos a desayunar unos 5 km con desniveles del 10%. A punto de regurgitar la cena, llegamos a Vilvestre. Aún así, ha merecido la pena. Nunca sacrifiques un paisaje por un puerto, es una sabia recomendación. Todavía sin aliento, nos dirigimos a Saucelle, donde, se nos presentan dos opciones: seguir por el salto de Saucelle o por el Puerto de la Molinera. Nos decidimos por la vía más corta, es decir, el Puerto de la Molinera. La carretera, mal asfaltada, desciende hasta un puente que cruza el río Huebra, embalsamado en la presa de Saucelle y ya sin recuerdos de su pasado esplendor. El agua tiene un extraño e intenso color verde. A pesar de todo ello, el lugar es incomparable. La elección ha sido buena. Un cartel en el puente nos indica que comienza la ascensión al puerto. El ascenso es suave y el entorno, alucinante; una subida para disfrutar. Ya estamos en Hinojosa de Duero y lo abandonamos con un sol del caralho. Afortunadamente, la carretera, bien asfaltada, es llevadera. Pasamos de largo La Fregeneda y descendemos un bonito puerto en el que un cartel de puerto fluvial nos hace soñar con un buen baño. Nos decidimos al fin a cruzar la frontera, entrando a Portugal por Barca d’Alba, integrado por 4 casas, algunas medio caídas, agrupadas en torno a la confluencia del Duero - Douro a partir de ahora - con el Agueda. Desafortunadamente, las orillas han sido devastadas por una excavadora y, a pesar del calor, el río, sucio y extraño, verde e inmenso, no invita a bañarse. Vemos que al otro lado, en un elegante embarcadero, chapotean unos críos y hacemos lo mismo. El mencionado embarcadero, financiado por el fondo europeo para vaya vd. a saber qué, está pensado para que atraque el crucero que une Barca d´Alba con Oporto en 4 días por 90.000 pelas, resultando anacrónico en este pueblo pobre y carente de infraestructuras. Cenamos en un pequeño restaurante de lalocalidad. Aprovechamos una caseta de las instalaciones del embarcadero para echar los sacos al suelo y pasar la noche. |
LUNES 22/07 6ª ETAPA: BARCA D'ALBA - VILANOVA DE FOZ COA (64 km/4h 21min) Abandonamos el pueblo por una carretera que, menos firme, tiene de todo. Un cartel anuncia que hay “almendoiros en flor” (dicen de esta zona que, cuando el almendro está en flor, recuerda al Jerte). Un día más comenzamos ascendiendo, esta vez acompañados de viñas, almendros, olivos,... todo ello cultivado en bancales. Escalhao es el segundo pueblo que atravesamos en este país. Nuestro siguiente destino, es Figueira do Castelo Rodrigo, otro pueblo más con nombre y apellidos. Este nos sorprende, mucho más moderno, con casas que tienen cierto aire a Iparralde. Después de unas fotos a unos alcornoques recién depilados, cae el bocata a la sombra de una encina. Pequeña siesta y seguimos camino a Almendra. El cielo está enladrillándose. Malo, malo,... Descendemos un piazo puerto que nos hace sospechar lo que, en efecto, se cumple algo más tarde: hay que subir lo bajado; la subida queda interrumpida por la aparición de una culebrera. Es algo que ocurrirá con frecuencia estos días. Atravesamos una zona recientemente quemada. Hace calor y todavía se huele el incendio en el ambiente. Son las 5 de la tarde cuando llegamos a la oficina de Turismo de Vilanova de Foz Coa, pueblo elegante. De camping, ni flowers, pero sí hay un albergue de juventud. Preguntadas las recepcionistas por un sitio para cenar, nos recomiendan el restaurante “O Quimtela”. El restaurante está en la otra esquina del pueblo. Ocupamos una mesa y en seguida nos atiende un camarero, que nos aconseja que nos decidamos por un plato brasileño y otro cualquiera del menú, que va a ser un bacalao asado. Para beber, un cosechero de la tierra. Nos saca unas aceitunas para entretenernos y aparece al de un rato con una fantástica tajada de bacalao, rodeada de pequeñas patatas asadas con piel, todo ello sobre aceite de oliva de la tierra; por otro lado, un enorme chuletón, “mal hecho” como dicen ellos, con fríjoles negros y arroz blanco. El bacalao se deshace en el plato y en la boca; la chuleta tiene el sabor ya casi olvidado de la carne de verdad; hasta las patatas son una delicatessen. Hemos de renunciar al postre y tras el café, nos invitan a un chupito de aguardiente de la tierra, muy apto para cocer la copiosa cena. Cuando nos traen la factura, no podemos dar crédito: 17 euros. Lástima que quede pelín alejado de Bilbao. |
MARTES 23/07 7ª ETAPA: VILANOVA DE FOZ COA – PESO DA REGUA (93km/5h 13min) Salimos del pueblo descendiendo durante 6km para ascender luego durante 7. Antes de San Joao de Pesqueira tropezamos con 5km de obras, y es que sólo hay una cosa peor que una carretera portuguesa, y es una carretera portuguesa en obras: calor, polvo y piedra suelta, subiendo además. Pero llegamos al fin a San Joao, donde volvemos a ser la atracción. En el café, conocemos un gran invento portugués: la napolitana, con chorizo o salchicha en su interior. ¡Grande invenzione! Descendemos ahora por laderas plantadas de vid y enormes fincas con nombre de bodega. A lo lejos, un puente atraviesa el río para llegar a Pinhao. Sólo hay desviarse un par de kilómetros y parece un lugar majo. A medida que nos acercamos a Peso da Regua, el tráfico aumenta. Los conductores son, en general, bastante respetuosos, pero siempre hay alguna excepción. A la entrada a la ciudad, un viaducto similar a Rontegi sostiene la autovía a Oporto; vemos otro puente, en desuso, que utilizó en su día el ferrocarril; un tercero da entrada al pueblo. Optamos por el último y en un bar nos cuentan que el camping más próximo está a 40km. Habida cuenta que ya llevamos 90 en el otro cuenta, damos por finalizada la etapa. Aprovechamos el parque junto alo río para cenar y su para extender los sacos y dormir plácidamente, cuando los vecinos se van retirando a casa, poco a poco. |
MIÉRCOLES 24/07 8ª ETAPA: PESO DA REGUA – CINFÄES (54km/3h 21min) Son las 10:30 de la mañana cuando atravesamos el puente dirección Resende. Hay gran tráfico de coches y camiones, lo cual nos hace temer lo peor. Afortunadamente, desaparece al poco rato y tomamos una carretera que asciende suavemente. Un destello amarelo cruza ante nosotros. “¡Saca los prismáticos!”, me dice Javi, “creo que es una oropéndola”. Distinguimos su presencia negra y amarilla, pero es huidiza y desconfiada y apenas nos deleita con sus colores tropicales. En Resende entramos en un tramo rompepiernas que culmina en un puerto, serio ya, que nos ha de llevar a destino. En Medas, a unos 45km, existe un camping, pero para para llegar deberíamos hacer unos 100km en total, con un calor inhumano, así que decidimos buscar alojamiento y acabar aquí la etapa ciclista de hoy. Nos alojamos en una pensión, en pleno centro de Cinfäes. El pueblo es una maravilla, con casas antiguas de paredes forradas de pizarra y aleros con tallas de madera, aunque muy abandonadas. Los tejados, cuadrangulares, culminan en dos penachos haciendo recordar las de Bretaña; la blanca iglesia parece transportarte a Méjico. JUEVES 25/07 9ª ETAPA: CINFÄES – MEDAS (Camping Douro) (58 km/2h 53min) La etapa de hoy es corta, de unos 50 km. A tramos, la carretera está en obras. El Duero discurre junto a nosotros y en ocasiones, vemos playas fluviales. El paisaje, de pino y eucalipto, resulta familiar. Continuamos descendiendo y atravesamos Melres. Comienza a apretar el calor y la carretera se empina, mientras al otro lado vemos una semidesierta playa fluvial. Arriba del todo aparece una señal que nos lleva a Medas y 2,5 km más allá, a un inmenso camping. Sudorosos, damos nuestros datos y siguiendo a un señor en moto, pasamos junto a una hermosa piscina para llegar a nuestra parcelita, con césped y vistas al río. ¡La vida nos sonríe! |