JUEVES 2/08 9ª ETAPA: NURAK – DUSHANBE (64km/4h 50min) Atzera egiten jarraitzen dugu, errepide nagusiaren saihesbide bat hartu dugu. Oraindik ere lanetan izan arren, trafikoa ekiditen lortu dugu baina ez, berriz, esandako lanak ezta aldapa gogorrak ere (13km egin dugu gora eta gutxi gora behera 800mko garaiera). Bahdat-etik, 21km bete ditugu autobia batetik, bizkor eta lasai asko. Dushanbe-n, Khorog-en gaineko berriak nahasiak bezain txarrak dira. Herrialdetik ateratzea ere, iparraldeko muga-postuetatik ez da erreza, itxita baitaude turistentzako. Guk, oso arratsalde lasaia eman dugu hiriburuan. Ya en la carretera principal, nos cruzamos con una interminable fila de camiones en dirección contraria, ¿será que ya está abierto el acceso a Khorog? Enseguida llegamos a una bifurcación: por la izquierda, la carretera que nos trajo hasta aquí y por la derecha otra, en construcción, cerrada al paso de vehículos. Aunque el primer camionero nos dice que también lo está para nosotros, el segundo nos anima a cogerla, vamos a ir mucho más tranquilos. La cosa empieza bien, a pesar de las obras. Pero la cosa se complica a los pocos kilómetros: maquinaria excavando, firme desastroso, arena, camiones,… menos mal que la pendiente es asequible. Se van sucediendo los tramos, en mejor estado unos, en peor los otros. Y cuando la carretera hace un brusco giro hacia la izquierda, al fondo podemos ver la boca del túnel que atravesará la montaña para acortar el viaje desde la capital. Empiezan aquí 5km realmente duros. Cuando nos reencontramos con la carretera actual, la única en funcionamiento, aún quedan cerca de 2km hasta el alto, duros también (hemos ascendido unos 800m). Tras los, aproximadamente, 13km de subida, toca ahora bajar, pero con precaución, que las obras no nos abandonan. Llegamos así a Bahdat, con hambre y un problema, porque estamos en pleno Ramadán. Encontramos, a pesar de ello, un restaurante. La “jefa” es muy amable, nos mete hasta la cocina para elegir el menú, que va a ser filete ruso con huevo frito sobre unas patatas cocidas que nadan en una salsa extraordinaria, pimientos verdes rellenos de no sabemos qué, salvo que está muy bueno; y además, tomate, pepino y de regalo de la casa, un vaso de “kanpot”, un refresco dulce muy rico. El local es curioso, a ambos lados del comedor, se abren 4 ó 5 “reservados”, aislados con cortinas, en los que los clientes beben cerveza más relajadamente. Y aunque hace calor, decidimos hacer de una tirada los 21km que nos separan de Dushanbe. Son todos ellos por autovía, pero hay poco tráfico y el perfil se muestra generoso. Es alucinante ver cómo la gente atraviesa la autovía por cualquier sitio, para en cualquier parte, da la vuelta donde le parece,… Y en poco más de una hora, entramos en la capital. Marta se detiene en un edificio de las UN a informarse sobre la situación en Khorog, que sigue cerrado, incluso lo está al turismo el paso fronterizo de Sary-Tash. Estamos muy bien donde estamos. Nos acercamos al “Hotel Poytakht” (antiguo “Dusanbe”), en una gran rotonda justo a la entrada de la ciudad. Vamos en busca del “Bactria Centre”, a ver si conseguimos información acerca de alojamientos en el norte del país y algo de cartografía más fiable. El paseo es largo, pero llegamos al destino. Unas puertas metálicas decoradas con un grafiti, dan paso al centro cultural. Es un conjunto de varios edificios de planta baja, en uno de los cuales damos con el director, un joven que explica que ellos sólo se dedican ya a proyectos educativos y META, la agrupación que se ocupaba de los “homestays”, ha desaparecido. Nos proporciona los datos de otra organización similar que trabaja en el norte del país. Para cenar decidimos probar el “Georgia Cafe”, recomendado por la “biblia”. Entre otras cosas, probamos el “satsivi” o algo similar, un plato frío a base de pollo sobre una salsa de nueces y nata. Al principio, sorprende el sabor, pero está rico. Salimos satisfechos. Click here to edit. |
VIERNES 3/08 DUSHANBE Hoy haremos un reconocimiento de los candidatos a “souvenirs del año” y queremos también entrar en internet un rato. Con la lista de compras casi completa, elegimos para comer una franquicia que vemos en frente, ya que tienen wifi. Conseguimos algunos datos sobre lo ocurrido en Khorog. Al parecer, está implicado un antiguo jefe guerrillero que luchó en la década de los ’90 por la independencia, que tuvo después cargo en el ejército y que ahora se dedica al tráfico de drogas y piedras preciosas. Según parece, está haciéndose demasiado fuerte, escapa al control de un gobierno que también pretende sacar “tajada” de los lucrativos negocios en la frontera con Afganistán. Le acusan de haber dado la orden de matar a un oficial de la antigua KGB, pero también parece que la mano oscura del gobierno está detrás de todo este conflicto. La rapidez con que han enviado tropas, teniendo en cuenta lo dificultoso que es acceder a la zona, hace sospechar que lo tuvieran más o menos previsto. La BBC habla de más de 100 víctimas civiles, además de no sé cuántos soldados y guerrilleros. Terrible. No hemos conseguido información, sin embargo, de alojamientos en el norte. Los trekkings publicitados son muy caros (300, 400$ o incluso más, por persona). Nada, iremos a nuestro aire, que tampoco andamos tan sobrados de tiempo. Cuando, al fin, salimos del restaurante, hacemos alguna compra (latas, pasta, galletas, agua, spray contra los mosquitos,…). Cambiamos dinero (a 5,87tjs/€), parece que algo ha subido la cotización. Tomamos otra cervecita en un parque y regresamos al hotel. Nos tumbamos un rato, hacemos la colada, una ducha, masaje a la contractura de Marta, acabamos las manzanas que llevan viajando ya un par de días con nosotros, y a dormir. Hoy no toca cenar. |