SÁBADO 4/08 10ª ETAPA: DUSHANBE – 2145m (71km/5h 50min) Atzean, hotelean, 6 bizikleta gehiago utzi ditugu, “Zeta Bidea”k uste genuen baino ziklo-bidaiari gehiago erakartzen du. Dusanbe-ren tamainak ere, harritu gaitu, 10km inguru ibili behar izan ditugu hiritik ateratzeko. Barzov-en, antzematen den bizi maila deigarria da, gustu txarraren tamainakoa, beste aldetik. Batek daki nondik aterako ote den hainbeste diru, hain pobre den herrialde batean. Anzob Pass-erantz desbideratzera heldu arte, erosoa da etapa. Bertan, igotzeari ekin diogu, fundamentuz, errepidearen itxura aldaketarekin batera, pista baten antza hartzen doala. Ekaitz zakar batek herrixka xume batera eraman gaitu babeslekuren bila baina egunak era ederrean amaitu du, aukerako behatoki batean, mendien aurrean. La salida de la ciudad la hacemos escoltados por un interminable muro decorado con temas tajikos (monumentos, religión, personajes, paisajes, sucesos históricos,…) y que rodea decadentes fábricas (una cementera entre ellas) que dan hasta un poco de miedo. Entramos en una autopista, según anuncia una señal, con un único carril en cada sentido, pero de pago. Carretera y perfil se dejan querer, pero Marta no tiene hoy su día, sin olvidar la contractura, que sigue molestándole. Dejado atrás Barzov, el nivel de las viviendas va en aumento, se ven piscinas, amplios jardines, potentes 4x4,… El río es más amable por aquí y la temperatura, más agradable, se nota la cercanía de la montaña. Llegamos así a un segundo peaje. Al otro lado, un restaurante frecuentado por camioneros, lo cual suele ser buena señal. Y así es, comemos 1/2 fabuloso pollo asado y “lachman” (sopa de fideos gruesos), muy rico también. Continuamos la marcha, la carretera es muy bonita, cruzamos hasta 11 túneles, bastante cortos a excepción del último, de casi 2km. Y tras rebasarlo, el tercer peaje y nuestro desvío hacia Anzob Pass. El firme empeora, como el cielo, que amenaza tormenta. En escasos 2km, llegamos a un pueblecillo, apenas unas humildes casas junto a la carretera que se va convirtiendo en camino. Es, quizás, el pueblo más pobre que hemos visto hasta ahora. Y cuando repostamos en la fuente, se desata la tormenta, que nos obliga a buscar refugio en la entrada de una casita en la que juegan tres críos. Compartimos refugio con ellos durante casi una hora, los críos lo pasan en grande, no todos los días aterrizan dos “marcianos”. Pero cuando comienza a escampar, seguimos camino, no queremos que se haga más tarde. Sólo 2 ó 3km debemos recorrer para encontrar un buen lugar donde acampar. A pesar del fresco, no perdonamos la ducha. El entorno es precioso, no son los Pamires, pero merece la pena. Hacia las 20:30, reposamos plácidamente. |
DOMINGO 5/08 11ª ETAPA: 2145m – ANZOB KOTALI- 3082m (21km/3h 30min) Gaur ez dugu etapa luzatzeko inolako asmorik. 17 kilometroko igoerak, Anzob Kotali-n utziko gaitu, 3373 metrotan. Honaino, latza izan da, batezbesteko abiadura, 5,4km/ordukoa izan da. Kilometro pare bat jaitsi ostean, oso leku aproposa agertu zaigu kanpatzeko eta, beste egun batean, mendi hauetaz gozatu ahal izateko. Ederra da inguratzen gaituen paisaia. Por delante unos 17km en los que invertiremos algo más de 3h (a las que hay que sumar otras dos, correspondientes a los descansos). El estado de la pista es bastante bueno (a excepción de 1,5km en los que incluso hemos tenido que empujar la bici), aunque sea de tierra, está compactada y se pedalea bien, e incluso, en el último kilómetro, quedan aún trazas del asfalto. Tan sólo nos cruzamos con dos coches. El agua no constituye problema, cruzamos bastantes riachuelos de buen aspecto, procedentes del deshielo y los aprovechamos para mantener siempre los botellines llenos. Nos cruzamos con pequeños grupos de gente del lugar dedicada a cortar una planta bastante leñosa que utilizarán como combustible. No es de extrañar, por tanto, que la montaña esté tan deforestada. Coronamos hacia la una del mediodía. No existe cartel de puerto, pero sí una “estación meteorológica” junto a una casa habitada por una mujer, su hija y un buen número de vacas. Su fuente de agua, es la poca que todavía les proporciona el deshielo, por lo que la pelea es continua para evitar que el ganado se acerque a ella y la contamine. La hija, de unos 13 ó 14 años, recoge las boñigas frescas para ponerlas a secar y utilizarlas después como combustible. Mientras sesteamos, la mujer se nos acerca con un gran cuenco de “kefyr”, fuerte al principio, pero que acabamos bebiendo a gusto. Tienen poco, pero siempre suficiente para ofrecer. En la otra vertiente, el estado de la carretera es mucho peor, es una jodida pedrera. Y en una curva, descubrimos por qué no hay tráfico de vehículos: un pequeño glaciar corta la carretera, nosotros lo atravesamos a pie, pisando nieve. Acampamos un poco más adelante, el agua es la del deshielo, así que empleamos la superficie de una roca bañada por el sol, para templarla (¡y vaya si se nota!). Estamos a algo más de 3000m y hace fresquito (12º), aunque parece que hoy la tormentazos va a respetar. El paisaje es impresionante, Marta dice que le recuerda algo a Eslovenia… quizás no le falte razón. |
/08 LUNES 6. 12ª ETAPA: 3082m – KUSHIKAT (81km/5h 30min) Hasteko, 14kmko jaitsiera bati egin beharko diogu aurre, 2100mraino, Anzob-en. Yongab ibaiaren eskutik, tarte nahiko eskas batzuk atzean utzirik, Dusahnbe-rako errepidera iritsiko gara. Anzob Kotali-ko puntu gorenetik hona, 38km eginda ditugu jada. Eta iparralderantz joko dugu orain, kontrako haize bortitza izanik, Fan ibaia ibilguaren parean, Ayni-raino. Ikusgarria da bidea, baita gogorra ere batzutan.. Bertan, mendebalderantz egingo dugu, Zaravshan ibaia bide lagun orain, “Fan Mountains” helburu. Tras el ritual mañanero, hacia las 8, nos ponemos en marcha. La “carretera” está en muy mal estado, la pareja que hizo esto en sentido opuesto tuvo que sufrir lo suyo. Atravesamos de nuevo la lengua del glaciar, esta vez el tramo de hielo es bastante mayor y complicado, no sé cómo lo atravesaría el 4x4. Llegando a Anzob, una aldea de tres tiendas, pero sin restaurante, llaneamos por un terreno bastante más estable. Apenas 4km más adelante, nos internamos en un estrecho cañón de dimensiones impresionantes, por el que discurre el río Yongab, más tranquilo que el Panj afgano. La carretera zigzaguea y empeora, pero se va adivinando el final. Una vez en la carretera principal a Dushanbe, la impresionante subida que se adivina nos quita el hipo, los camiones se ven como 200 ó 300m más arriba, trepando como pueden y ése será, probablemente, el camino que habremos de coger a la vuelta. 7km más adelante, giramos hacia el norte, hacia Ayni. El viento sopla con fuerza. Circulamos ahora junto al río Fan, las montañas que nos rodean varían la tonalidad desde el pardo claro al negro más absoluto. Un descenso nos deja en el puente que, tras girar hacia el oeste y a un escaso kilómetro, da entrada a Ayni, un sitio agradable a simple vista. Salimos por un fuerte descenso que nos lleva a cruzar de nuevo el río, para subir después y coger el desvío hacia el valle del río Zaravshan, rumbo a las Fan Mountains. Y 3 ó 4km más adelante, acampamos entre albaricoqueros desprovistos ya de sus frutos. Tumbados, disfrutamos de una bonita luz de fondo, sobre las montañas. Mientras cenamos, se acercan dos mujeres con la linterna, intrigadas sin duda por la luz de nuestro frontal: ¿quiénes serán estos marcianos? Disipadas las dudas, marchan. Son las nueve cuando nos retiramos. No hace tanto calor como pensábamos que haría pero el tráfico, sin embargo, es mayor del esperado. |