MIERCOLES 16/07
BILBAO – FRANKFURT – LJUBLJANA
Hay días de 24 horas y otros de 48; hoy, ha sido una de estos últimos. Embarcamos en Loiu con Lufthansa a Frankfurt, cambiando el euskera por el inglés, que en adelante va a ser nuestro mejor aliado. Aterrizamos en la tierra de la cerveza y las salchichas y nos sumergimos en la inmensidad de uno de los mayores aeropuertos del mundo, eso sí, perfectamente indicado. Desde aquí se puede ir a cualquier parte del mundo. Nosotros embarcamos con Adria Airways dirección Ljubljana donde aterrizamos suavemente también hacia las 11:30. En el mismo aeropuerto de Brnik, más pequeño que el de Loiu, cambiamos euros a “tólares” (1 euro son unos 220 tólares). Hay monedas de 2, 5, 10 y 20.
Un bus nos deja en Sp Brnik, a escasos 3km del aeropuerto, frente a la pensión donde nos aguardarán las cajas hasta nuestro regreso. Hemos decidido bajar a la capital. Nos damos un garbeo por la parte vieja de la ciudad (la nueva es bastante fea pero, al menos, está recorrida toda ella por una carril-bici). Volvemos a la estación de autobuses, nos bajamos a la puerta de la pensión. Ducha y a dormir, que mañana será otro día.
BILBAO – FRANKFURT – LJUBLJANA
Hay días de 24 horas y otros de 48; hoy, ha sido una de estos últimos. Embarcamos en Loiu con Lufthansa a Frankfurt, cambiando el euskera por el inglés, que en adelante va a ser nuestro mejor aliado. Aterrizamos en la tierra de la cerveza y las salchichas y nos sumergimos en la inmensidad de uno de los mayores aeropuertos del mundo, eso sí, perfectamente indicado. Desde aquí se puede ir a cualquier parte del mundo. Nosotros embarcamos con Adria Airways dirección Ljubljana donde aterrizamos suavemente también hacia las 11:30. En el mismo aeropuerto de Brnik, más pequeño que el de Loiu, cambiamos euros a “tólares” (1 euro son unos 220 tólares). Hay monedas de 2, 5, 10 y 20.
Un bus nos deja en Sp Brnik, a escasos 3km del aeropuerto, frente a la pensión donde nos aguardarán las cajas hasta nuestro regreso. Hemos decidido bajar a la capital. Nos damos un garbeo por la parte vieja de la ciudad (la nueva es bastante fea pero, al menos, está recorrida toda ella por una carril-bici). Volvemos a la estación de autobuses, nos bajamos a la puerta de la pensión. Ducha y a dormir, que mañana será otro día.
JUEVES 17/07 1ª ETAPA: BRNIK – BLED (camping) (62km/4h) Nuestro destino para hoy es Bled, pero queremos evitar la carretera general, a tope de coches, así que trazamos un itinerario alternativo, avanzando por pequeñas aldeas y carreteras intransitadas. Desafortunadamente, la mayoría de estas pequeñas aldeas no aparecen en el mapa, por lo que continuamente hay que parar a preguntar. Menos mal que en estas tierras todo el mundo habla el inglés de nuestro mismo barrio. Hace muchísimo calor, tanto que la calima no deja ver bien las montañas, impresionantes dicho sea de paso. En Bystrica preguntamos de nuevo por el camino a Bled y nos lo indican, pero se miran y preguntan “¿en bicicleta?”. Poco después descubrimos el por qué, la carretera se empina de manera alarmante, hasta el punto de que tengo que echar el pie a tierra, víctima de un desfallecimiento. Un poco más adelante empezamos a bajar lo que hasta ahora hemos subido, lo cual es de agradecer. Llegamos a Bled, un pueblo de postal con un precioso lago e isla en el centro. El cielo amenaza tormenta cuando nos disponemos a montar por primera vez nuestra nueva tienda y la lluvia nos obliga a refugiarnos en los fregaderos al acabar la tarea. Tras la ducha, nos disponemos a recorrer los tres kilómetros de agradable paseo que nos separan del pueblo para buscar un sitio en el que cenar. Ya en Bled, tomamos una cerveza (“pivo” en esloveno) y localizamos un “chino” que, como todos los “chinos”, ofrece buena comida a buen precio. |
VIERNES 18/07 2ª ETAPA: BLED – LESCE – KROPA – DRAZGOSE – ZELEZNIKI – ZALI LOG - SORICA - SORISKA PLANINA – BOHINSJA BISTRICA – BLED (103km/6h 03min) Gomendatuko bidea, ederra bezain gogorra da, bi mendate gainditu beharko ditugu. Batean, %16 maldako seinalea ikusi dugu, beldurtzekoa. Eta bitartean, hainbat herrixka atzean utzi: Zelezniki, Sorica,… eta Esloveniako lakurik handiena, Bohinjska Bystrica. El día amanece fresco y radiante. Hemos de atravesar dos valles, lo que implica que debemos también subir dos hermosos puertos. Descendiendo el primero, tenemos que consultar el mapa y un ciclista se nos acerca, solícito, para aclararnos que las dos carreteras que nos hacían dudar conducen al mismo sitio pero que una, la asfaltada, es más dura que la otra, sin asfaltar. Optamos por la primera, animados además porque nos ha asegurado que las rampas no son superiores a las que ya hemos salvado, aunque el puerto sea algo más largo. Así pues, vamos a por él, no sin antes hacer una parada en Zelezniki para el avituallamiento. De nuevo en marcha, pasado Sorica, un cartel nos anuncia un desnivel del 10%; algo más adelante, otro cartel nos asusta con su 16%. El puerto es más largo que un mes sin pan y si a todo ello añadimos que Javi tiene uno de esos días en que las piernas dicen que “no”, el resultado es el agotamiento. Por fin comienza el descenso hacia Bohinjska Bystrica, nos acercamos después al que es el lago más grande de Eslovenia, donde nos falta tiempo para darnos un baño en sus templadas aguas. Desde allí, nos restan otros 20km hasta Bled, eso sí, llanos. En el bar del camping nos tomamos una cerveza que nos coloca un poco (nos hemos metido 103km entre pecho y espalda, ya nos vale). Cambiamos el baño en el lago por una reconfortante ducha de agua caliente. |
SABADO 19/07 3ª ETAPA: BLED – BOHINJSKO JEZERO (hasta Savica) – BLED (80km/4h) Berriro ere egun ederrak esnatu gaitu. Bueltatuko gara lakura, egun lasaia pasatzeko asmoa dugu (¡me río de los peces de colores!). Ya conocemos el camino, así que llegamos sin problemas, hoy continuamos hasta el final de la carretera, con la intención de rodear el lago, pero no es posible hacerlo en bicicleta. No nos queda, por tanto, otra opción que dar media vuelta, hasta un lugar en que una playita nos anima a dedicar un buen rato al baño y al relajo. A pesar de ser festivo y del buen tiempo, no hay demasiada gente, no hay agobios. El agua está muy buena. Tras el reposo, regresamos a Bled, donde nos encontramos con un fiestón con música regional (¡es insoportable!), puestos de hamburguesas gigantes y muchos, pero muchos chiringuitos. Nosotros nos retiramos, porque a nuestra “jornada de descanso” de 80 km, hay que sumarle la ida y venida a patita hasta el pueblo. Tendremos que redefinir el asunto éste del descanso. |